Lecturas de agosto

Ocho recomendaciones que van desde Carlo Rovelli a Luis Mateo Díez, pasando por Felipe Benítez Reyes o Emilio Lledó

Lecturas para el mes de agosto.

Carlo Rovelli es un físico y un gran divulgador de la ciencia. Además de explicar muy bien los conceptos más complejos de la física, aborda los problemas desde otras perspectivas, desde la filosofía, la psicología, la literatura o las religiones. El orden del tiempo (Anagrama, 2018. Traducción de Francisco J. Ramos Mena) analiza en primer lugar qué entendieron por tiempo Aristóteles, Newton y Einstein. La idea de un tiempo absoluto, como pensaba Newton, un marco fijo en el que suceden los hechos, ya no tiene sentido con la teoría de la relatividad.

Carlo Rovelli propone la hipótesis de la “gravedad cuántica de bucles” para entender qué es el tiempo. Construye la mejor teoría posible que incluya la termodinámica (entropía), la física cuántica (granularidad) y la relatividad (la curvatura del espacio-tiempo y la definición de gravedad). Hay dos ideas inquietantes en el libro: que la variable tiempo (t) no sea necesaria en las leyes básicas de la física (salvo en la termodinámica) y que nuestra interacción con la realidad sea algo esencial para que suceda eso que llamamos tiempo. Y luego vienen las consecuencias filosóficas: la distinción entre pasado, presente y futuro, la memoria, el cambio, la conciencia de finitud…

Narrar lo que te ha sucedido forma parte de lo que te ha sucedido. Escuchar cómo lo narran los demás, o cómo lo entienden, también forma parte de lo que te ha sucedido. Pero es tu historia, de nadie más. Y es imposible salir de ella. Édouard Louis ha escrito una novela en la que el protagonista nos cuenta cómo fue agredido, tentativa de homicidio. En Historia de la violencia (Salamandra, 2018. Traducida por José Manuel Fajardo) es tan importante la voz de la víctima, Édouard, como la voz de su hermana, que cuenta lo que él le contó a ella. Las versiones se superponen. Pero contar es interpretar y explicar… De ahí que la novela sirva para analizar todos los estratos de la violencia en un país, Francia, en el que el racismo, la homofobia y la pobreza también existen. El libro termina con una cita de Imre Kertész: “(…) Descubrí que no escribo para buscar la alegría sino todo lo contrario: que por medio de la escritura busco el dolor, el dolor más intenso, casi insoportable, seguramente porque la verdad es dolor, y la respuesta a la pregunta sobre qué es el dolor, escribí, es muy sencilla: la verdad es lo que consume, escribí”.

Los libros sencillos y profundos son difíciles de encontrar, quizás porque son los más difíciles de escribir. Hallamos en ellos una sabiduría vital condensada que surge de vivir con intensidad y cierta ingenuidad cada instante. Y están escritos casi sin querer… La hazaña secreta (Turner, 2018) es un conjunto de reflexiones y consejos de Ismael Grasa. Son pensamientos sobre lo cotidiano, acompañados de fragmentos de lecturas muy sugerentes. El estilo de vida, el saber estar en el mundo, refleja lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Todos los detalles son importantes, porque tienen significado. Es un libro para leer muy despacio, para releer. Y lo mismo ocurre con Jardines en tiempos de guerra (Elba, 2018. Traducción de Ignacio Vidal-Folch), de Teodor Ceric. Huyó de Sarajevo cuando comenzó la guerra. En su viaje por Europa tiene la oportunidad de conocer varios jardines, algunos muy famosos. Los siete textos del libro exhiben una prosa bella, sencilla y poética. Teodor Ceric parece buscar lo esencial del ser humano en esos jardines, quizás para alejarse de la irracionalidad y el ruido, para encontrar la autosuficiencia…

El universo narrativo de Luis Mateo Díez no deja de crecer. Aquí decir universo es decir territorio, Celama, Oceda... El escritor de Villablino nos sigue contando historias de gentes con nombres tan peculiares como las ciudades en las que viven, gentes que arrastran sus miserias en calles que rezuman desánimo. El hijo de las cosas (Galaxia Gutenberg, 2018) es una novela divertida, con tonos surrealistas. Dos hermanas solteras viven con su hermano. Cuidan de él hasta el punto de haber sacrificado sus vidas y sus sueños. El hermano es un auténtico tarambana, un calavera que un día desaparece sin dejar rastro. A partir de ahí, las desconsoladas hermanas inician su búsqueda con la ayuda del juez, del comisario… La capacidad fabuladora de Luis Mateo Díez es infinita. Y si a algún lector le sabe a poco, recuerden que ya nos regaló hace años esa obra magistral, y también repleta de humor, que es La fuente de la edad.

Terminamos con relatos, poesía y filosofía. J. M. Coetzee nos propone en Siete cuentos morales (Random House, 2018. Traducción de Elena Marengo) que reflexionemos sobre la vanidad, el proceso de envejecimiento, el rol de madre, el engaño, el deseo, la vida de los animales, la dignidad, la compasión, la escritura… Es Elizabeth Costello la que vuelve a provocarnos. En cuanto a la poesía, merece la pena Ya la sombra (Visor, 2018), de Felipe Benítez Reyes. Los 51 poemas del libro recurren a diferentes estilos y temas. Son poemas que pretenden desentrañar los ruinosos mecanismos del tiempo, de la erosión de la existencia: “El disfrute de ser también nos cansa: / se adormece el asombro, se apacigua el sentir, / se posan las quimeras, los entresueños alados”.

Y para concluir, Sobre la educación. La necesidad de la Literatura y la vigencia de la Filosofía (Taurus, 2018). Emilio Lledó es un optimista ilustrado. El libro reúne artículos que tratan sobre la función de la educación en una sociedad democrática, su relación con la libertad y la igualdad, el papel de las humanidades, la universidad… Sin pensamiento libre y creativo, la libertad de expresión carece de sentido. Por eso necesitamos leer y pensar, para librarnos de los moldes y categorías que nos intentan imponer.

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