La historia del flamenco en la ciudad desde una perspectiva de género.
Abordar una historia del flamenco no es fácil; menos aún debe serlo si esta se liga a un componente de género. Pero pese a ello investigadoras como Miguelina Cabral Domínguez, musicóloga e historiadora, lo han hecho. En su libro La identidad de la mujer en el flamenco esta profesora trebujenera trata de establecer las líneas principales de la identidad del flamenco en Jerez teniendo como objeto de estudio especialmente a la mujer, a la etnia gitana y al contexto que le rodea desde un plano comunicativo y estético, subdividiendo su investigación en lo vinculante al cante, al toque y al baile.
Según Cabral Domínguez, la mujer gitana ha desempeñado un papel fundamental en la vida familiar y en la profesional, siendo testigo fiel de los cambios que acompañaron su nomadismo hasta el asentamiento en Jerez. Se la entiende pues como transmisora fundamental de los textos y las melodías de carácter oral así como en general de las letras que forman gran parte del cancionero flamenco. A este respecto, la investigadora -como suele coincidir la historiografía sobre el flamenco- cree que en Jerez de la Frontera se produjo un asentamiento gitano de forma favorable, con una adaptación en sociedad positiva y con unos índices de integración y convivencias no equiparables a la que se dan en otras poblaciones o regiones. Esta convivencia que viene a darse, según Cabral Domínguez, por la fusión de lo andaluz con lo gitano especialmente durante época moderna y concretamente en el siglo XVIII, se acompaña con la fuerte presencia de la mujer en labores de magisterio o de interpretación. Ello lo prueba el amplio porcentaje de intérpretes femeninas con un fuerte arraigo familiar vital en la evolución del flamenco, hecho que por otro lado, según considera la investigadora, ha sido censurado por los estudiosos más ortodoxos.
En cuanto a las disciplinas musicales que toca la mujer en el mundo del flamenco la historiografía suele coincidir en que en el terreno del toque y la percusión la mujer ha en cierta manera limitado su acceso, mientras que en el cante y en el baile, de forma progresiva desde la práctica doméstica original hasta la profesional, ha tenido un fuerte protagonismo.
De lo que no queda ninguna duda, como también afirma Carmen García-Matos en “La mujer en el cante flamenco”, es de la contribución de la mujer gitana y no gitana a la evolución y a la configuración de la expresión y del flamenco en sí. Un legado, según esta investigadora, artístico y creativo que se manifiesta en su valiosa aportación en los cantes populares y el cante jondo, luego en los cafés-cantantes y más tarde en las óperas flamencas. Sobre la presencia de la mujer en el cante también merecen ser reseñados los interesantes estudios del conocido y prestigioso flamencólogo jerezano Juan de la Plata, fallecido recientemente.
Bibliografía
Cabral Domínguez, Miguelina. (2008). La identidad de la mujer en el arte flamenco. Sevilla: Signatura Ediciones.
García-Matos, Carmen. (2010). La mujer en el cante flamenco. Córdoba: Almuzara.
Ríos Martín, J. Carlos. (2010). La identidad andaluza en el flamenco. Sevilla.
V.V.A.A. (2002). Historia del Flamenco. Sevilla: Tartesos.
Castaño, José María. (2007). De Jerez y sus cantes. Almuzara.