La cantante, compositora y activista Brisa Fenoy ha presentado esta semana en el marco del Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger (FCAT), que ha vivido en las últimas horas su ceremonia de clausura, el cortometraje Jericó que, rodado en las costas de las localidades gaditanas de Algeciras y Tarifa en el verano del pasado año, denuncia las injusticias que causan las migraciones. Según informa el FCAT en una nota, este cortometraje, que está dirigido por Manfre e Iker Iturria, es una denuncia de las desigualdades, las guerras y las injusticias que llenan el Mediterráneo de personas que huyen de sus países y buscan en Europa una oportunidad para poder vivir dignamente.
Para Fenoy, "no es justo lo que están viviendo miles de personas en todo el planeta". "Refugiados que huyen de situaciones extremas hacia una Europa que se les vende como solución y no lo es", ha sentenciado en su visita al festival. La algecireña también ha interpretado en el marco del FCAT la canción que lleva este nombre en un mini concierto acompañada de un DJ. La presencia de Brisa Fenoy en el Mercado de Abastos de Tarifa ha sido posible gracias a la colaboración de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Mucho contenido social también han tenido la proyección en el Teatro Alameda para los alumnos de los institutos de Tarifa que han participado en el segundo día de homenaje a Nelson Mandela. A la proyección del documental Mandela, hijo de África, padre de una nación ha seguido un coloquio moderado por el escritor Antonio Lozano, autor del libro Nelson Mandela: El camino a la libertad.
La música también ha sido protagonista en el Teatro Alameda, pues el cuentacuentos camerunés Boni Ofogo ha estado acompañado por el coro de la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Plásticas Maestro Fermín Franco Utrera. Palabra y música, narración y melodías han causado sensación y han divertido a un público formado por muchas familias tarifeñas. Asimismo, durante el festival, varios niños de entre diez y doce años han tenido la oportunidad de iniciarse en el cine de animación con un taller impartido por Lamine Diemé. Este dibujante y cineasta Senegalés ha organizado esta actividad para mostrar a los jóvenes diferentes técnicas de animación como pueden ser el dibujo en papel o el stopmotion con arena.
Diemé realiza este mismo taller en Senegal porque según dice "es importante encontrar una forma de potenciar el talento para la animación que hay en Senegal". Para este director su responsabilidad es mostrar a los más jóvenes cómo se trabaja en el cine de animación para que así tengan la oportunidad de conocerlo y seguir formándose.
Passolini y Wajda, y su influencia en el cine marroquí
Por otra parte, los alumnos del IES 'Ventura Morón' de Algeciras han charlado con el director Likarion Wainaina y el crítico Pablo de María sobre cómo es hacer cine en Kenia. El cineasta ha hablado sobre la forma de producir cine en este país en el que la industria está muy centralizada, según cuenta Wainaina. "la mayoría de las películas que se realizan en Kenia se hacen en Nairobi o Mombassa, mientras que mi película Supa Modo fue realizada en un pueblo en la montaña, así que parte del equipo era gente que vivía en ese pueblo y nunca habían trabajado en un rodaje".
Los estudiantes le han hecho preguntas y se ha generado un debate muy interesante sobre los diferentes oficios del cine y cómo se reparte el dinero en una producción. Tras la charla, los alumnos han asistido a la proyección de la referida película Supa Modo. De otro lado, el director de cine marroquí Ali Essafi, que ha presentado en Tarifa su documental La séptima puerta, ha participado en los Aperitivos de cine del Ecocenter.
Essafi ha explicado que Ahmed Bouanani, director homenajeado en este festival y sobre quien versa su documental, era antes escritor y poeta que cineasta. Y que llegó al cine porque quería llegar al pueblo marroquí a través de un medio más accesible. A preguntas del público ha confirmado la influencia del cine de Pier Paolo Passolini sobre el director marroquí, al tiempo que ha contado una anécdota sobre los intentos infructuosos de Bouanani por conocer al cineasta italiano cuando éste rodó en Marruecos Edipo rey y ha añadido que el cine polaco, especialmente el de Andrei Wajda, también influyó notablemente en él.
Essafi ha definido el estilo de Bouannani como una especie de realismo mágico que se nutre del imaginario colectivo de la cultura popular marroquí. De igual modo, ha elogiado la selección de sus películas que se ve en el festival y ha indicado que su preferida es Memoria 14, de la que, por culpa de la censura, sólo se conservan 24 minutos de los 120 que formaban el montaje original. Este filme, es una crónica de la época colonial que da un enfoque nuevo sobre aquel periodo histórico.
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