El Teatro Villamarta convierte su producción de la zarzuela Doña Francisquita en un gran musical del género lírico español, que podrá verse el viernes 27 y el domingo 29 de enero. La soprano Rocío Pérez y el tenor Leonardo Sánchez protagonizan el reparto artístico de este título de Amadeo Vives con un argumento propio de la comedia y donde cobra protagonismo la ciudad de Madrid.
En el acto de presentación Francisco Camas, teniente de Alcaldesa de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico, defendió la zarzuela como una expresión artística de primer nivel. “Un arte excepcional y creativo”, indicó al tiempo que consideró “un orgullo para la ciudad de Jerez” las dos funciones previstas de esta Doña Francisquita.
“Este espectáculo es un canto a la vida, a la alegría de vivir”, comentó Francisco López, director de escena. Y ese espíritu festivo ya se percibe en el contexto carnavalesco en el que comienza la trama. “Se canta a las energías positivas del ser humano”, agregó. Unas “energías positivas” que centró en el personaje principal de Doña Francisquita.
Carlos Aragón, que dirigirá desde el foso a la Orquesta Filarmónica de Málaga, Doña Francisquita viene a ser “la punta de lanza del repertorio lírico español”. “Tiene una partitura riquísima de matices, colorismo” hasta el punto de ser considerada “la obra maestra” de Amadeo Vives, explicó.
La soprano Rocío Pérez debuta en el Teatro Villamarta y también lo hace con el papel protagonista. Definió a su personaje como “una mujer fuerte e inteligente” desde el punto de vista escénico, pero de gran complejidad vocal. “Ha sido todo un desafío”, señaló la soprano.
Doña Francisquita, estrenada en el Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923, parte de un castizo libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, basado en La discreta enamorada de Lope de Vega. Sobre el escenario se narran situaciones de amor y enredo articuladas desde una visión optimista donde el ímpetu de los jóvenes se impone a las exigencias de los viejos.
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