Desde que era pequeña “cogía un lápiz y allá donde estuviera me ponía a dibujar”. Daniela Guerra Montaño tiene una joya, una destreza en el mundo de las artes que brilla en cada pincelada que da. La joven sanluqueña de 17 años es una de los seis andaluces que han logrado una beca para estudiar en la Universidad Francisco de Vitoria. De las 33.000 personas procedentes de más de 4.000 colegios, solo 50 de toda España han sido galardonadas con esta oportunidad.
Daniela estudia 2º de Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte de Jerez. Una semana sí y obra no, a causa de la implantación de la semipresencialidad por la pandemia, asiste a clases en la calle Porvera. Corazón de Jerez que lleva pisando desde que decidió cursar sus estudios superiores en este centro. “Me metí allí porque tenía la intención de estudiar Bellas Artes. Es lo que siempre he querido hacer desde un principio”, cuenta a lavozdelsur.es.
El viernes 23 de abril la alumna recibió una grata noticia, se abría una puerta en el abismo de la crisis, un paso para estar más cerca de aprender lo que más le gusta. Había sido becada. “Me enteré en la escuela, dio la casualidad de que tenía un examen y cuando salí, pusieron las listas. En un principio, de lo nerviosa que estaba, ni leía mi propio nombre, pero vi a la gente felicitándome y ahí ya me di cuenta”, recuerda con entusiasmo al otro lado del auricular.
Para llegar hasta aquí, Daniela ha estado prácticamente un año enfrentándose a varias pruebas. La aventura comenzó en el primer trimestre de 1º de Bachillerato cuando fue seleccionada como candidata por su excelente expediente académico. Según explica, su tutor le dio un código a través del cual el jurado podía seguir su trayectoria. “Yo no sabía lo que era, me pilló por sorpresa”, dice la joven que quedó entre los 800 estudiantes de una primera selección. A partir de ahí, arrancó el juego.
En la fase inicial, tuvo que realizar un test de cultura general en el que había que analizar una serie de imágenes, entre otras preguntas. Daniela superó el examen y pasó al siguiente nivel, esta vez más difícil. “Era probablemente la más complicada que hemos hecho”, comenta. Debía crear una pieza audiovisual a modo de presentación de su vida. Su ingenio la llevó, una vez más, a alcanzar la tercera fase, otro cuestionario más personal y especializado.
Sin creerlo, había llegado a “la semifinal”, una convivencia durante un fin de semana en la universidad madrileña abocada a desarrollarse de forma telemática. “Por desgracia no pude ir porque fue justo la semana que más casos hubo en la pandemia”, lamenta la estudiante. Pese a ello, el jurado volvió a fijarse en ella y, tras varias entrevistas personales, de las 150 personas participantes, fue una de las 50 elegidas. “La verdad es que nunca pensé que fuera a pasar ninguna de las fases, jamás me esperaba que me fueran a coger”, expresa.
“La pintura es una forma de plasmar lo que sientes”
Para Daniela, la pintura, la disciplina artística que más le atrae, “es una forma de plasmar lo que sientes”. Desde su casa en Sanlúcar ha creado sus propias obras de arte, cuadros pintados al óleo que han llegado a hacerse hueco en exposiciones locales, una en su antiguo colegio y otra, junto a sus profesores, en el patio de la Victoria. Además del óleo, la joven dibuja ilustraciones hechas a tintas y otras desde su ordenador. “Trabajo haciendo orlas, esas siempre las hago a digital”, detalla.
Ángeles, mujeres, paisajes encantados y personajes del mundo de la fantasía componen los cuadros de Daniela, que se empapa de otras creaciones culturales de la literatura o el cine para sus temas. “Me suelo inspirar en un poco de todo, en muchos artistas extranjeros y españoles, y en lo que veo por Pinterest o internet. También en los libros que leo o de las canciones que escucho. Las voy interiorizando y de ahí voy sacando mis ideas”, explica.
El premio consiste en un viaje de 20 días por España, una convivencia con los otros 50 compañeros distinguidos pensada para descubrir el mundo universitario y cultural latente en varios puntos del país. En un principio, estaba previsto conocer Europa, sin embargo, una vez más, la pandemia ha hecho de las suyas y ha impedido organizar la experiencia completa. Aún así, Daniela disfrutará las tres primeras semanas de julio del periplo. “A lo mejor si la cosa mejora dan opción de hacer alguna salida al extranjero”, añade.
La beca también le da acceso a la Escuela de Liderazgo Universitario (ELU), una red formada por estudiantes procedentes de 40 universidades de España que disponen del apoyo al talento por parte de profesores de la UFV y mentores expertos. La idea es potenciar las capacidades paralelamente a la formación en el Grado. Según expone la sanluqueña, “es un sitio en el que puedes compartir inquietudes con la gente que te rodea, identificarte con más gente que está estudiando. Si tienes que hacer un trabajo y no sabes pues estas personas te ayudan y te motivan”.
“Hay que seguir adelante y pensar en el futuro, la pandemia no va a ser eterna”
De momento, su etapa universitaria tendrá que esperar. La crisis “se ha metido por medio”, ha truncado sus planes y, en lugar de comenzar su carrera en tiempos de incertidumbre, ha decidido continuar en la Escuela de Arte de Jerez. Su antesala al mundo universitario es el grado superior de Animación, incorporado recientemente a la oferta educativa del centro. “Yo tenía pensado que algún día, cuando terminara la carrera, estudiaría animación, pero tal y como está la situación, he pensado que la mejor opción es hacerlo ahora”, cuenta.
Daniela compaginará las asignaturas con la academia de Artes ubicada en Jerez a la que asiste algunas tardes desde hace 5 años para seguir aprendiendo. Pese a los contratiempos, la estudiante no se da por vencida y se adapta a las circunstancias con ilusión. Sus palabras de optimismo son un soplo de fuerza para continuar. “Siempre hay una luz que guía al final del camino y habrá un motivo por el que luchar en esta vida. Yo se lo digo mucho a mis compañeros, mucha gente se rinde en esta etapa, probablemente es el curso más difícil de sus vidas, y más tal y como está la situación ahora, pero hay que seguir adelante y pensar en el futuro, que esto solo es un año y la pandemia tampoco va a ser eterna”. Amén.