Hasta no hace mucho tiempo en una pedanía de Antequera, en Málaga, los vecinos pagaban sus casas a las marquesas propietarias del cortijo y del pueblo con gallinas. Villanueva de Cauche ha sido el último feudo de Europa y el escenario de un documental que ha arrasado en el Festival de Cine Descentralizado Lazos, que se ha celebrado estos días en Castromonte, Valladolid.
Feudo, nombre de la obra, se ha alzado con el premio a mejor largometraje en este festival que trata de reflexionar sobre la España vaciada frente a la España amontonada, para tratar de poner en valor la vida en el ámbito rural y su reflejo en la cinematografía.
El documental ganador se estrenó en el pasado Festival de Cine de Málaga y es una producción de Hurí Televisión que ha corrido a cargo del director Javi Barón, guionista de Las Tres Puertas y Un País Para Escucharlo. La película narra la historia de dos niños, Óscar y Fran, que viven en Villanueva de Cauche y tienen sueños muy distintos: uno quiere ser cabrero y el otro quiere ser futbolista del Málaga CF. Una versión moderna de la fábula de “ratón de campo y ratón de ciudad”, que indaga sobre los motivos del éxodo rural, que empiezan a manifestarse ya desde la infancia.
En este certamen han participado películas de todo el país con la única premisa de haber sido rodadas en localidades de menos de 500.000 habitantes. Además, durante toda la semana, se han desarrollado otras actividades paralelas como Ofizios, en las que personas con oficios en extinción como bolilleras o talladoras de alabastro han compartido experiencias con tatuadoras o influencers.