Se cumplen 20 años de la muerte de Juan Grande, uno de los pintores insignes de Jerez que plasmó en sus lienzos la esencia pura del barrio de Santiago de finales de los setenta. Juan Grande era flamenco, era lo cotidiano, era el día a día de sus vecinos, era una juerga flamenca improvisada en una peña. Así lo definen sus amigos y familiares más directos, personas de su entorno que han compartido vivencias con él y que ahora se unen para realzar su obra y su memoria.
La plataforma Juan Grande por siempre surge a raíz del derribo de la peña flamenca Los Juncales, considerada antaño corazón del flamenco en Jerez, en la esquina entre la calle Nueva y Santa María de la Merced. Bien por pura casualidad, por cosas del destino o por decisión de los operarios encargados del derribo, quedó en pie una pared en la que Juan Grande pintó, en su día, un dibujo a lápiz y carboncillo. A raíz de que volviera a salir a la luz este mural, tras años oculto entre las paredes de la peña ya cerrada y declarada en ruinas, sus familiares y amigos más cercanos decidieron actuar para conservar el dibujo en las mejores condiciones posibles y aprovechar la ocasión para poner en valor la extensa obra del artista jerezano. “Nuestra esperanza es que, el día que se ponga en marcha en este solar (de propiedad municipal) un nuevo proyecto, el arquitecto que lo diseñe tenga en cuenta la obra de Juan Grande y la conserve como la obra de arte que es” explica Jacinto Gutiérrez, amigo íntimo del pintor y uno de los promotores de la plataforma.
Jacinto Gutiérrez, amigo de Juan Grande e impulsor de la plataforma. FOTO: MANU GARCÍA
Mientras no llega ese momento, el colectivo está poniendo todo de su parte para conservar tanto el mural como la memoria del artista. Por tal motivo quieren organizar próximamente un acto en el que descubrirán una placa conmemorativa junto al dibujo y se rendirá homenaje al pintor “más representativo del flamenco y del barrio de Santiago”, según Jacinto.
La iniciativa ha tenido una notable repercusión en las redes sociales y en la sociedad jerezana en general, especialmente entre aficionados al flamenco y personas relacionadas con el mundo de la cultura y el patrimonio. De ahí que “rememorando los 20 años de su muerte, este acto sería el pistoletazo de salida de una serie de actividades que tenemos proyectadas como la catalogación de la obra de Juan Grande”, anuncia el promotor de la plataforma. “Sabemos de la existencia de muchas obras que andan por ahí un poco desperdigadas, por eso queremos visitar a todos los coleccionistas que tienen pinturas suyas, las vamos a digitalizar y queremos crear un catálogo para que quede recogida en un libro recopilatorio. Además, paralelamente a esta catalogación, queremos organizar una exposición en un lugar emblemático de la ciudad, como el Alcázar, para que todos los vecinos y visitantes puedan contemplar su obra”.
Así, “lo que comenzó como una cosa anecdótica que surgió para conservar un dibujo en una pared, ha acabado convirtiéndose en un reconocimiento, por otra parte, merecido, a un personaje interesantísimo y un gran artista como fue Juan Grande”, apunta Jacinto.
Junto a Jacinto Gutiérrez, también forman parte de la plataforma José Gallardo, el periodista David Montes, el hermano de Juan Grande, Jorge Márquez y sus dos hijos, Jesús y Luis Márquez Carrasco. Este último ha seguido los pasos de su padre y también es pintor, aunque con su propio sello personal. Él mismo ha sido el encargado de restaurar algunos desperfectos que presentaba el dibujo, deteriorado por el paso del tiempo y como consecuencia de las obras de derribo.
Luis Márquez realizó algunos trabajos de restauración del dibujo de su padre. FOTO: CEDIDA
“Juan Grande nació en una casa muy flamenca y muy artista. Allí vivía el Tío Pauleras y en esa casa se formaban muchas juergas flamencas. Allí fue donde aprendió a manejar los pinceles porque mi padre también pintaba. Esto nos viene de un tío abuelo nuestro que dibujaba muy bien”, cuenta su hermano Jorge Márquez quien recuerda que “todo lo que ha pintado son sus vivencias en el barrio, todo lo que veía lo guardaba en su memoria y, días después, lo plasmaba en un lienzo o en una madera”. Sus cuadros son escenas cotidianas que se vivían entonces en este emblemático barrio de Jerez, desde el galguero con sus perros hasta el borracho que estaba en la barra de un tabanco o una gitana dando de mamar a su bebé. Decir que su nombre real es Juan Márquez, aunque acabó usando como nombre artístico su apodo Juan Grande, porque “en la casa donde se crió había dos juanes, uno era el chico y él era el grande” explica su hermano.
Jorge Márquez explica que su hermano pintaba escenas cotidianas del barrio de Santiago. FOTO: MANU GARCÍA
“Juan Grande formaba parte del paisaje de Santiago”, apunta Jacinto, “porque tú pasabas por Santiago y lo veías acompañado de los más grandes del flamenco de la época”.
Su hijo Luis Márquez confiesa tener cierta envidia de esos años que pudo vivir su padre, “de esa época suya salieron muchísimos artistas flamencos de Jerez como Morao, Periquín, el Torta, el Capullo, Fernando la Morena, Luis de la Pica… en esos años se vivió un boom del flamenco de categoría en Jerez, era la época de las juergas improvisadas en las peñas, el flamenco se respiraba en cada esquina del barrio, quien pudo vivir aquello tuvo mucha suerte, porque a día de hoy ya todo ha cambiado mucho”.
Luis Márquez confiesa tener envidia de la época gloriosa del flamenco que vivió su padre. FOTO: MANU GARCÍA
La plataforma también sueña con que este movimiento que han iniciado con la puesta en valor de la obra de Juan Grande, sirva también para levantar un barrio que ha caído en la más profunda decadencia y que hoy no es ni la sombra de lo que fue en la edad de oro del flamenco jerezano.
“En esa época, cada uno expresaba lo que sentía de la mejor manera que sabía, y mi padre lo hacía pintando” apunta Luis Márquez. Sin embargo, la obra encontrada en el interior de la peña Los Juncales, es muy diferente a cualquier otra pintura de estilo más costumbrista de Juan Grande. “Aunque guarda la temática flamenca que siempre lo ha acompañado, esta es mucho más mitológica, muestra un lado un poco más desconocido del pintor”, señala Jacinto.
De este modo, el dibujo que ha permanecido oculto durante años entre las paredes de la antigua peña Los Juncales, ha servido para despertar un movimiento que puede dar lugar a una nueva revolución del flamenco jerezano, al resurgimiento de lo que fue el barrio de Santiago, el revivir de un sentimiento de añoranza de lo que tuvo la ciudad y enseñarlo al mundo con el orgullo de ser la cuna de este arte, Patrimonio de la Humanidad.
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