Argentina volvió a ganar el Mundial de fútbol, 36 años después de la última vez, tras ganar a Francia en la tanda de penaltis. Esta vez lo hizo en Qatar, un país que no se caracteriza precisamente por amparar la libertad, ni por respetar los derechos humanos tampoco.
Durante la celebración, una aficionada argentina, llevada por la emoción, decidió hacer toples en la grada del estadio de Lusail, donde se disputó la final, algo que está completamente prohibido en Qatar. El biquini, en este país y durante el evento futbolístico, sólo se puede usar en las playas y en las piscinas de los hoteles
Las rígidas leyes de Qatar pueden pesar ahora sobre esta aficionada. "La hincha argentina corre el riesgo de ir a la cárcel", asegura el diario The Sun. "La mujer fue escoltada fuera del estadio", asegura el Daily Mail.
Antes de empezar el Mundial de fútbol, Qatar ordenó a los aficionados, "cubrir el estómago y los hombros, y las faldas, los vestidos y los pantalones deben cubrir las rodillas". La ropa ajustada y los escotes no estaban bien vistos.
"Se espera que los visitantes (tanto hombres como mujeres) muestren respeto por la cultura local evitando ropa excesivamente reveladora en público", llegó a pedir la Autoridad de Turismo de Qatar. Habrá que esperar para conocer si la aficionada argentina tiene algún tipo de castigo.