Otro fin de semana más, la violencia ha sido protagonista en el mundo del deporte. En esta ocasión, los graves incidentes han ocurrido en un partido de fútbol de Segunda Aficionado jugado en Las Palmas de Gran Canaria.
Una vez finalizado el partido, cuando los equipos se dirigían a vestuarios, el dorsal número 16 del equipo local agredió en el cuello al portero del equipo visitante. Tras este hecho, los aficionados de ambos equipos comenzaron a pelearse llegando, como recoge el colegiado en el acta arbitral, incluso a invadir la zona de vestuarios del eqiupo local.
Allí se producen "puñetazos, empujones, cabezazos y patadas" de todo tipo. Incluso uno de los aficionados, como da fe el árbitro en su acta, "porta una navaja con la que incluso llegó a impactar al entrenador del equipo visitante en su mano izquierda, provocándole un gran corte, del cual emanaba un importante sangrado".
El mismo agresor, ya había lanzado previamente, según el relato del árbitro, una piedra de grandes dimensiones a la zona donde se encontraban los jugadores y cuerpo técnico del cuadro visitante. “lanza una piedra de gran dimensión a la zona donde se encontraban jugadores y directivos del equipo visitante dentro del terreno de juego, sin impactar en ninguna persona”.
En el acta arbitral, el colegiado también recoge insultos y amenazas: "Te voy a matar, no vas a salir vivo de aquí, hijo de puta".
El CD Firgas, conjunto visitante, ha condenado enérgicamente lo sucedido, indicando que los jugadores y entrenadores heridos se encuentran fuera de peligro tras el ataque de "personas del público previstas con arma blanca, botellas rotas y piedras".
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