Entre la célula eucariota vegetal, el dipolo de la molécula de agua y la fosforilación oxidativa, Belén López Morales (18-04-1984) busca seguir quemando watios y newtons sobre esa bicicleta en la que lleva toda una vida. Profesora de Biología y Ciencias Naturales, esta ciclista profesional comenzó a dar sus primeros pedaleos en la Escuela Ciclista José Pino (Pepín) de su Rota natal.
Tenía siete años y ya había probado con el tenis —deporte que practicaba su padre— y el ballet. "Yo le cogía la bici a mi hermano y me iba por ahí a hacer la cabra. Me apunté a la escuela de ciclismo y desde entonces no he soltado la bici", cuenta a lavozdelsur.es.
"Yo le cogía la bici a mi hermano y me iba por ahí a hacer la cabra"
Una pasión que lleva compartiendo desde hace catorce años con la docencia. Gracias a los resultados obtenidos en el Campeonato de España —actualmente es subcampeona nacional de ciclismo en pista en la categoría Open— es deportista de alto rendimiento por Andalucía, algo que le permite salir algunas horas más temprano entre semana para poder entrenar. "Esto me facilita los entrenamientos, sobre todo en invierno, que me quedo sin luz muy pronto. También cuando tengo alguna competición internacional pido permiso y no tengo problemas. Si trabajase en una empresa privada no tendría tantas posibilidades", destaca Belén.
Los Juegos Olímpicos, la única asignatura pendiente
Su trayectoria es extraordinaria. Ha participado en las vueltas más destacadas del panorama internacional y ha disputado campeonatos del mundo y de Europa. La única espinita que le queda es no haber participado en unos Juegos Olímpicos. "Ya no creo —indica la ciclista roteña— que llegue a los próximos. La bici no la dejaré porque seguiré entrenando siempre, pero poco a poco me iré apartando de la alta competición. El nivel cada vez es más grande y por el tema del trabajo no puedo competir como me gustaría. Durante el curso escolar es bastante difícil mantener el nivel".
Si la profesionalización llegase al ciclismo femenino sería totalmente diferente. "Teniendo que compaginar deporte con trabajo es más complicado. No puedes descansar como debes y no es lo mismo entrenar por la mañana que por la tarde", resalta.
"El nivel cada vez es más grande y durante el curso escolar es bastante difícil mantener el nivel"
Pero para que la mujer pueda dedicarse de manera exclusiva al ciclismo todavía, por desgracia, queda un mundo. Algo totalmente distinto si hablamos de ciclismo masculino. Belén López siempre ha tenido que apañárselas para compatibilizar estudios o trabajo con su la bicicleta. En su último examen de la carrera universitaria le obligaron a elegir y... "me fui al Giro".
La actual componente del Massi-Tactic UCI Women’s Team recuerda la anécdota. "La profesora no me cambiaba el examen y me dijo que tuviera claras mis preferencias. Me dijo que en junio o en septiembre. Yo había sido sexta de Europa y como deportista de alto nivel podría haber hablado con el decano para que mediase, pero preferí no meterme en líos y me marché para Italia". Participó en la ronda italiana y, a su vuelta, aprobó la otra carrera.
Respeto al ciclismo femenino
En su instituto, Belén es toda una influencer entre sus alumnos, que saben de primera mano que su profesora es una ciclista de nivel. "Me siguen por Instagram y saben lo que hago. También me vacilan diciendo que va a hacer una carrera conmigo y me van a ganar, pero después siempre les acaba pasando algo y no quieren correr".
Afortunadamente, no ha tenido que enfrentarse en muchas ocasiones al sexismo y la discriminación que sigue existiendo en el deporte. "El pueblo en el que trabajo es bastante pequeño y supuestamente hay mucho machismo, pero los alumnos me respetan bastante. Es verdad que el tema de que vean en las redes lo que hago me quita privacidad, pero ayuda a que se acerquen al deporte femenino".
A Rota, la localidad donde nació y pasó su infancia y adolescencia, regresa cada semana para ver a sus padres y recibir el cariño de unos paisanos que valoran positivamente la carrera de la profesora ciclista.