Hacía tiempo que el Cádiz necesitaba un milagro. Y no ha podido ser. Un empate en casa ante la UD Las Palmas ha certificado, una semana antes del final de la temporada, manda al equipo a Segunda División.
Y eso que los rivales directos han puesto de su parte. De haber ganado, habría mantenido viva la llama de la permanencia una semana más.
El Nuevo Mirandilla ha sido un mar de lágrimas. Porque la campaña ha sido mala, la que peores sensaciones generaba desde que el equipo ascendiera.
Tuvo alguna el Cádiz en un partido con mucho respeto por ambas partes. Todo cambió cuando el amarillo pedía un penalti y en la contra Víctor Chust, fruto quizás de los nervios, paró una contra en el centro del campo con una patada de roja directa, con los tacos arriba. La revisión no benefició al conjunto gaditano.
Desde que se quedó con diez en el campo, el Cádiz tenía un reto aún mayor: marcar y evitar que cualquier contra de Las Palmas acabara en la red. Cerca estuvo Marc Cardona de lograrlo. La UD, con una gran primera parte de la temporada, ha demostrado por qué se ha ido desinflando con el paso de las semanas y con varias ocasiones no lograba rematar al Cádiz.
Hasta el final lo ha intentado el conjunto local, empujado por su afición, pero sin suerte. O sin capacidad. Uno de los grandes problemas del Cádiz, la falta de gol, se ha hecho evidente una jornada más. No conseguía en muchas ocasiones ni siquiera colgar un balón al área, donde se desesperaba Chris Ramos.
Finalmente, se dio lo que se esperaba desde hacía tiempo y el Cádiz, en un último arreón a final de temporada -dos victorias seguidas en las pasadas dos jornadas-, quería evitarlo con un final de curso milagroso.
El Cádiz CF jugará el próximo año en LaLiga Hypermotion. Toca pensar en el verano, en rehacer el proyecto. Las lágrimas de Ramos o Ledesma al acabar el partido lo decían todo.
Una temporada terrible para el fútbol andaluz. Tres equipos, Almería, Granada y Cádiz, ocupan los tres puestos de descenso en el final de temporada. El Sevilla FC culmina una malísima temporada donde, al menos, no ha sufrido en el último tramo para salvarse. Y el Real Betis se queda sin Europa League para aspirar a Conference, la tercera competición europea.