Un caso nada habitual en el fútbol moderno: la honrada respuesta de un jugador de Puerto Real a un equipo de Segunda

Álvaro Vadillo renuncia a su año de contrato al no sentirse totalmente recuperado de una lesión de rodilla. El Racing de Ferrol agradece el gesto de honradez del habilidoso extremo

Álvaro Vadillo circula el balón en un partido del Racing de Ferrol.

Allá por 2011, Álvaro Vadillo se convertía por entonces en el jugador más joven en debutar en Primera División. Nacido en Puerto Real, este habilidoso extremo se estrenaba en la máxima categoría con el Real Betis. Apuntaba maneras, pero su carrera deportiva ha estado marcada por las lesiones. 

Tras pasar por el Huesca, Granada, Celta de Vigo, Espanyol, Málaga y Éibar, llegó al Racing de Ferrol a principios del recién finalizado curso. Unos problemas en la rodilla le han ido lastrando a lo largo de toda la temporada y en marzo decidió volver a Cádiz para tratarse de su lesión. 

Aunque le restaba un año más de contrato con el conjunto gallego, Vadillo ha optado por el camino de la honradez y ha decidido rescindir su vinculación con el Racing de Ferrol. Un gesto que ha sido aplaudido por Carlos Mouriz, director deportivo y general del cuadro ferrolano. "Cuando llegó venía de rescindir con el Espanyol, donde cobraba unas cantidades que no tienen nada que ver con las nuestras. Se comprometió con nosotros. Yo era desconocedor de cómo estaba su rodilla y los problemas que tuvo. Le hicimos un contrato por un año que no era gravoso para el club y de un segundo año con unas cantidades un poco mayores", señalaba Mouriz. 

A pesar de que la siguiente temporada sus emolumentos subirían, el futbolista de Puerto Real ha comunicado al club que no seguiría. "Su planteamiento fue muy sencillo. Me dijo que no había venido aquí a engañar al Racing ni a hacerse rico. Vino con la ilusión de aportar lo que pudiese con su experiencia y su calidad. Me comentó que no quería aprovecharse ni de su rodilla ni de nada. Hizo todo lo que estaba en su mano por tratar de curarse y por estar a disposición absoluta del club. Solo tenemos gratitud y palabras buenas hacia él". 

En un fútbol moderno donde los valores cada vez están menos presentes, gestos humildes como los de Vadillo no son nada habituales. Todo un ejemplo contra aquellos que defienden los millones por encima de los colores y los clubes. 

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