En plena crisis energética en Europa, con el gas de Rusia cortado, con la electricidad por las nubes y con problemas de agua por la sequía, Francia ha reavivado el debate contra quienes abusan de los desplazamientos en avión.
Entre los señalados se encuentra el PSG. El club francés emplea vuelos privados para todos sus desplazamientos. Algunos, como el último, de menos de 400 kilómetros. Algo que ha enojado al director de la división de larga distancia de SNCF, la compañía ferroviaria francesa. Ya SNCF hizo una propuesta al club parisino, "adaptada a sus necesidades específicas", para que cambiasen el avión por el tren. Pero no ha habido respuesta alguna.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, ha respaldado la propuesta de la SNCF para transportar a los equipos de fútbol en Francia y ha puesto como ejemplo para justificarlo al Real Betis Balompié.
En este sentido, la ministra ha hecho mención a la "colaboración que existe entre el Real Betis y Renfe", en la que el equipo verdiblanco ha logrado tener tarifas preferentes para toda su plantilla y cuerpo técnico. Amélie considera que iniciativas así son claves para rebajar la huella de carbono en la actividad deportiva.
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