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Acaba de proclamarse subcampeón del mundo de Cross Country (XCO) en el Mundial que se ha disputado en Andorra hace poco más de un mes. Pero el jerezano Hugo Franco quiere más porque a sus 17 años se ve capaz de todo y su trayectoria invita a ello. Su única duda es que en la nueva temporada empezará a competir con rivales que le superan en edad porque entra en la categoría sub-23. Un nuevo reto para el ciclista.
Además, a finales de septiembre se proclamó campeón del Junior Seaotter Europe de Gerona en representación del equipo lanuciabhcolomaacademy, que forma parte del bhcolomateam. Un éxito más en la carrera de este prometedor ciclista, que viene a ser el Lamine Yamal en su especialidad.
"Es el trabajo de muchos años. Ha dado frutos y este año he podido montarme en el cajón. Ser campeón del mundo en mi especialidad te lo juegas todo en una carrera". Aguantó bien la presión Hugo, que pese a su corta edad ya se ha proclamado campeón de España en cadete y junior, además de varias veces de Andalucía. En 2021 se hizo con el subcampeonato de Europa en categoría juvenil MTB disputado en la localidad italiana de Pila.
Está acostumbrado a estar en las primeras posiciones, pero es consciente de que ahora llega una temporada complicada porque empieza a competir durante cuatro años con ciclistas más experimentados: "Uno de mis sueños era montarme en el podium en un campeonato del mundo y ya lo he conseguido. Ahora viene algo nuevo porque paso a categoría sub-23. Voy a competir con chicos desde 18 hasta 22 años y al final eso se nota porque los chavales que están de último año llevan ya tres años en la categoría, tienen más experiencia, tienen más cuerpo, el cuerpo más desarrollado. Mi aspiración es intentar hacerlo este primer año lo mejor posible, adaptarme bien a la categoría para los próximos años intentar poder hacer algo".
Acaba de terminar segundo de Bachillerato y todavía no tiene claro hacia dónde enfocará su vida profesional para cuando el ciclismo se acabe: "Me ha costado sacarlo, pero al final lo he sacado todo limpio. Quería empezar a opositar para policía local, pero lo tengo ahí parado y ahora estoy aprendiendo inglés para los viajes, para poder comunicarme mejor".
Queda muy lejos ese momento de colgar la bicicleta. A sus 17 años está centrado en una dedicación que le ocupa mucho tiempo: "Las semanas de mucha carga, a lo mejor le puedes echar hasta 20 horas y solo contando lo que es bicicleta. Luego hay que meterle el tiempo de gimnasio. Casi siempre lo hago todo en Jerez, aunque a veces quedamos con algunos amigos y si tenemos el fin de semana libre vamos con los coches a Grazalema y subimos al puerto del Boyar".
No le gusta hablar de sus virtudes como ciclista, pero comenta que especialistas han destacado de él su técnica. "Mi técnica con la bicicleta la manejo muy bien, tengo mucho control y soy muy rápido en la bajada también. Fue lo que también me hizo ganar la medalla. Sobre todo eso y también echarle muchos huevos a la carrera", dice entre risas.
Todavía es menor de edad y tiene que hacer bastantes sacrificios para después estar donde quiere al final de cada prueba: "A lo mejor tú quieres salir un viernes por la noche con los amigos y tienes al día siguiente que hacer cuatro horas de bici y no te puedes acostar tarde porque te tienes que levantar a las siete. Eso te deprime un poco, pero si te privas de eso y los resultados salen, te sientes bien y ves que compensa".
Ahora está en un momento de la temporada sin grandes objetivos a la vista. Tras unos días libres en Menorca ha pasado "dos semanitas más suaves" antes de empezar a preparar los nuevos retos. "Sí, lo voy haciendo bien en las carreras nacionales, a lo mejor puedo ir a la Copa del Mundo. En la categoría sub-23 ya se hace una Copa del Mundo, que serían unas ocho o nueve carreras y se hace una gira europea. Luego se hacen dos carreras en Brasil, otra en EE.UU., en Canadá y las demás por Europa".