Igualdad de género en el fútbol: el camino que aún queda por recorrer

El fútbol femenino en España ha ido creciendo en popularidad y reconocimiento en los últimos años

El FC Barcelona femenino, ganador de la Uefa Women's Champions League, el pasado sábado, en una imagen de la UEFA.
El FC Barcelona femenino, ganador de la Uefa Women's Champions League, el pasado sábado, en una imagen de la UEFA.

El fútbol femenino en España ha ido creciendo en popularidad y reconocimiento en los últimos años. La selección española femenina ha tenido un rendimiento constante en competiciones internacionales, incluida la clasificación para los cuartos de final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA en 2019.

La liga femenina española, llamada Primera División, es una de las mejores ligas femeninas de Europa, y ha estado atrayendo a los mejores talentos de todo el mundo. La liga está formada por 18 equipos, incluidos algunos de los clubes más grandes de España, como el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Además de la liga profesional, también hay iniciativas para los aficionados destinadas a promover el fútbol femenino en España. A su vez se ha producido un notable aumento de la participación de las mujeres no sólo en el deporte, sino también en las apuestas deportivas. El auge de las plataformas deportivas online para las apuestas eSports y deportes tradicionales ha contribuido al aumento de la participación de las mujeres. 

A pesar de los avances en diversos ámbitos, el fútbol femenino sigue enfrentándose a muchos retos y desigualdades en comparación con el fútbol masculino. Las jugadoras de fútbol femenino suelen recibir salarios más bajos, menos cobertura en los medios de comunicación y menos apoyo y financiación de las asociaciones nacionales de fútbol. Sin embargo, muchos defensores y organizaciones del fútbol femenino trabajan para resolver estos problemas y promover la igualdad de género en este deporte.

En los últimos años, el fútbol femenino ha experimentado un aumento de popularidad, con grandes torneos como la Copa Mundial Femenina y la Liga de Campeones Femenina de la UEFA, que han atraído a un público récord y han generado una mayor cobertura mediática. Muchos clubes de fútbol también han creado equipos femeninos, y la popularidad de este deporte sigue creciendo en todo el mundo. Además, cada vez hay más conciencia de la necesidad de abordar las cuestiones relacionadas con la discriminación y el acoso en el fútbol. Organizaciones como la UEFA, el órgano rector del fútbol europeo, han puesto en marcha políticas e iniciativas destinadas a prevenir y abordar estas cuestiones.

Los activistas transgénero también aspiran a incrementar su visibilidad en el fútbol, aunque esto sigue siendo un tema controvertido. Ha habido algunos casos de personas transgénero que participan en el fútbol. En 2018, una mujer transgénero llamada Mara Gómez hizo historia al convertirse en la primera jugadora abiertamente transgénero en competir en la liga de fútbol femenino de primera división de Argentina. Sin embargo, la participación de atletas transgénero en los deportes, incluido el fútbol, queda un tema polémico. Hay debates y discusiones en curso sobre la elegibilidad de los atletas transgénero para competir en ligas femeninas u masculinas, ya que existe la preocupación de que los atletas transgénero puedan tener ventajas o desventajas físicas que podrían afectar al juego limpio. El Comité Olímpico Internacional y la FIFA, por ejemplo, han establecido directrices que permiten a los atletas transgénero competir en la categoría de género que se ajuste a su identidad de género, siempre que cumplan ciertos criterios, como los niveles hormonales.

En el fútbol profesional, actualmente no hay equipos con jugadores mixtos. Sin embargo, hay algunas ligas amateurs o recreativas en todo el mundo que permiten equipos mixtos. Un ejemplo es la Liga TDP mexicana, que permite la participación de equipos mixtos desde 2019. Además, ha habido algunos partidos benéficos o de exhibición en los que hombres y mujeres juegan en el mismo equipo o unos contra otros, pero no se consideran partidos profesionales oficiales.

Aunque se han hecho progresos, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar una mayor diversidad y equidad de género en el fútbol. Se requerirán esfuerzos continuos por parte de las organizaciones futbolísticas, los responsables políticos y la sociedad en su conjunto para crear un deporte más inclusivo y equitativo para todos.

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Sara Guerra

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