Javier Reja se ha convertido en un sinónimo de superación en el deporte español. Cada día, coge su piragua adaptada y se prepara con pasión sus próximos campeonatos. El Guadalquivir se ha convertido en su segunda casa desde que tuvo un accidente de moto en el que perdió una pierna. Ahora, el deporte se ha transformado en su forma de vida, su soporte para seguir adelante. La vida da muchas vueltas, bien lo sabe el andaluz, y a veces hay que saber cómo subirte a ella sin perder el equilibrio. Reja no se imaginaba antes de su accidente que acabaría yendo a dos Juegos Paralímpicos: Río 2016 y Tokio 2020.
Todo empezó con un duro accidente en 2016. ”Tuve problemas con el freno al adelantar un tractor y se me fue la rueda delantera”, recuerda. “Después de una situación traumática me recogí en el deporte. Fue un salvavidas al que yo me agarre para salir del bache y pasar el duelo. Hay una fase de transición en la que no sabes por donde te vienen los tiros. Tienes que darte cuenta de que, aunque parezca que estés anclado en una silla de ruedas prácticamente puedes hacer casi de todo”, sigue contando.
Probó con natación por recomendación de los médicos “para fortalecer el tren superior”, pero le empezó a coger el gustillo de la competición y empezó a probar más cosas. “Comencé a tocar distintas disciplinas como el triatlón o el ciclismo. El problema con este deporte es que el material es muy caro y te lo tiene que pagar tú. Una bicicleta o una silla de atletismo puede costarte 5.000 euros”, explica y prosigue contando su aventura probando distintas modalidades: “Un día pensé que en el piragüismo se usaba poco las piernas, que por qué no probar con ello”.
Su rutina es como la de un deportista de élite más, no hay diferencias cuando está en el agua. Además, rompe los tabúes y prejuicios que aún rodean a las personas con discapacidad. “Yo siempre pongo el ejemplo de cuando tú eres pequeño y tu padre en Navidad te esconde los dulces en un mueble. Tú al final te buscas la vida y te los comes. Coges la silla, te subes a la encimera, pero tú te los comes. El deporte adaptado es igual: sabes que tienes que anclar el barco, tienes que poner una adaptación para transmitir más fuerza al agua y que se deslice mejor y vas probando. Es adaptarse y tirar para adelante. Si no puedo usar las piernas, uso las manos”, expone Reja.
Sevilla, el enclave perfecto para entrenar
Sevilla es la ciudad del piragüismo y el remo. El Guadalquivir a su paso por la capital andaluza siempre invita a practicar deportes náuticos, que casi siempre brinda una pista lisa, con las pocas olas que provocan algún barco lleno de turistas que navega despacio. El tiempo suele acompañar. No importa la hora que mires hacia el río, siempre hay algún palista disfrutando de las condiciones perfectas. El Club Náutico de Sevilla se ha convertido en un hogar para el palista: “Para mí es lo más grande que hay en el mundo y desde un primer momento me apoyaron en esta aventura. Me dieron muchas facilidades”.
Una de las claves en la carrera del deportista es la adaptación, lo que no impidió que a sus primeros juegos de Río no fuese del todo cómodo. El COI decidió eliminar la canoa y tuvo que participar en kayak donde no se encontraba del todo a gusto, pero en la que logró la clasificación. “Años más tardes decidieron volver a poner la modalidad de paracanoe y mi objetivo era acudir haciendo dos deportes, piragüismo y remos, pero la plaza del segundo acabó siendo para un gallego”, narra.
Formación antidopaje para jóvenes deportistas
Su inmersión en el mundo deportivo sigue creciendo, por eso, tras un accidente con fármacos vivido en carne propía, forma a jóvenes atletas en el mundo del dopaje. "Yo nunca había tomado proteínas, ni nada, pero llega un momento que te vas sintiendo más cansado y me dije a mí mismo que tenía que probar algo. La historia surgió porque yo soy asmático y un día acudí a un campeonato de España resfriado. Cuando me pongo así tengo que tomar muchos medicamente. Soy un besugo, no puedo ni respirar. El médico me preguntó como estaba y le dije que tenía bronquitis y que había estado en el hospital al día antes. Para mi sorpresa me dijo que lo me habían dado daba positivo en dopaje. si me cogían y se iba al traste mi carrera deportiva. A partir de ahí me empecé a interesar cada vez más y ahora le doy clase a los más jóvenes", explica.
"Les digo que entiendo que están empezando y que es normal que quieran comenzar con el tema de la nutrición deportiva, pero que se informen", expone e indica que el tema del dopaje es complicado: "Si a ti te cogen porque no das más de sí y te dopas queriendo para ir a por resultados, te aguantas. Pero es un castigo que lo hagan por lo que me pasó a mí, o porque un día antes te tomas algo para los nervios. "Esto ocurre porque no estamos enseñados bien. En mis cursos les guío para que sepan encontrar información o dónde comprar marcas reconocidas, porque las estadounidenses vienen con muchas cosas. También les enseño que no vale la pena ganar una competición así. En piragüismo tenemos el caso de Sete Benavide, que después de ocho años le han dado la medalla olímpica porque su compañero dio positivo", finaliza.
Comentarios