El lotero que vende cupones de la ONCE en el Gallo Azul destaca por ser una persona muy cercana y carismática. Pero Jorge Jiménez Morales, Yordi para los amigos, es un referente en el mundo del deporte de Jerez. Desde sus inicios en el mundo deportivo no solo ha fomentado el deporte, sino que ha sido un punto de referencia y apoyo para numerosos deportistas locales con discapacidad.
Viene de proclamarse campeón del Campeonato de Andalucía de Montaña para deficientes visuales celebrado en Algar. Junto a José Benito Saura y Arturo Díaz Benítez forma un equipo muy compacto y que cumple estrictamente con las normas marcadas por la Federación Española del Deporte para ciegos para las barras de montaña.
En su caso no tiene problemas de visión y hace de guía en ese trabajo en equipo. "Yo tengo una necrosis avascular, que es un problema de cadera por el que no tiene riego sanguíneo en la cadera. Estoy pendiente de una operación para ponerme prótesis de cadera. Y aparte tengo una enfermedad rara que tengo en la sangre y que afecta al aparato digestivo. También estoy mal del oído, pero no pierdo la ilusión por la vida", explica.
Trabaja en la ONCE desde 2014 y se le puede ver cada día en el Gallo Azul, un punto emblemático del centro de Jerez. "Hay una serie de puntos de venta, ellos hacen un estudio de mercado y nos colocan donde les parece más oportuno, dependiendo del perfil del vendedor. Tienes que tener empatía, ganarte al personal. Eres una persona con discapacidad y tienes que llevártelo a tu terreno porque la gente es como es. Cuando tú te encuentres mal por tus patologías es importante que no se note esa tristeza o ese malestar tuyo. Tú tienes que contagiar alegría. Porque el contagiar alegría lo que hace es atraer al público para que te compre".
Tiene muy claro que trabaja en "la mejor empresa del mundo" porque lo que está haciendo es "una labor social impresionante". "Uno se siente ya primero agradecido porque estás trabajando con tu discapacidad y por supuesto no podríamos trabajar en otra empresa. Si me tengo que dar de baja 30 veces, cualquier otra empresa a la larga sabes lo que pasa, dice que este tío no es productivo y fuera".
Fue candidato al premio de los Valores Humanos en la Gala del Deporte de Jerez porque está centrado en ayudar a los demás a través de la actividad deportiva. "Yo paso de ganar. Tengo un grupito de personas mayores al que entreno y les inculco que hay que tener compañerismo y que hay que ser solidarios. Aquí da igual que quede el primero o el último, aquí lo importante es disfrutar de lo que estamos haciendo y eso transmitírselo a la gente. Lo importante es que te sientas contento y si en el camino te encuentra alguien que no puede, pues darle un empujón para arriba".
"Para mí, el deporte es el instrumento o el arma más poderosa que existe para inculcar valores. Eso hay que meterse a la gente en la cabeza y sobre todo los niños. Aquí lo importante es que todos nos ayudemos y que todos entremos en la meta. Y que una vez que entremos en la meta, el mejor premio es el abrazo del compañero, el darte las gracias por haber compartido el camino con él". Es su forma de ver el mundo del deporte.
Por supuesto, hace una mención especial al mundo de los invidentes por el mérito que tienen: "Los ciegos son unos héroes. Hacer de guía es para mí es una satisfacción y un privilegio. Ni una medalla ni un trofeo me pueden dar más satisfacción que al acabar la carrera darte el abrazo con los compañeros y decir que ya lo hemos conseguido".
La temporada de deportes para ciegos acaba de finalizar y con compañeros como Arturo, que es invidente, sigue realizando entrenamientos porque "estar activos es lo que nos ayuda a avanzar. Aunque no sean pruebas específicamente para personas invidentes, nos apuntamos. Nuestra idea no es ganar ni perder, a nosotros eso no nos preocupa tanto. Queremos dar visibilidad al colectivo, que la gente vea y descubra que el hecho de tener una discapacidad no supone quedarte sentado en tu casa".
Arturo, su compañero junto a José Benito, ha hecho deporte toda su vida. "De 50 años, 25 he visto perfectamente y ya después perdí la vista. Entonces a mí me gustaba mucho la montaña y cuando me quedé ciego pensé que me quedaba sin mi pasión. Pero en la ONCE empecé a salir con un voluntario a la Sierra a andar y acabamos compitiendo. Y ya conocí a Yordi, con quien he hecho muchas carreras".
Para Arturo, competir en el mundo del deporte le ayuda para "afrontar la vida con más ilusión. Ahora tienes una vida más plena. No solo se utiliza el intelecto, sino también el físico". De Yordi tiene la mejor opinión porque "todos los guías en general, y Yordi en particular, son como nuestros ángeles. Sin ellos nada sería posible y aunque ellos dicen que nosotros tenemos un gran mérito, pero los que tienen un mérito tremendo son ellos. Podríamos hacer deporte, pero no podríamos competir sin ellos. Hemos hecho ya dos campeonatos de Andalucía, que además hemos conseguido ganarlos".
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