El domingo ha sido un día lleno de emociones en el mundo del fútbol. La Liga disputaba su última jornada y aún estaba por decidir uno de los acontecimientos más dramáticos: el descenso. Sin embargo, los focos, inevitablemente, tuvieron un claro protagonista. En el Benito Villamarín disputaba sus últimos minutos en el fútbol profesional una leyenda del deporte andaluz y español.
Era el último partido de Joaquín Sánchez, el chaval de El Puerto al que una vez lo apodaron como 'la finta y el sprint'. Comenzó en el Betis y terminó en el club verdiblanco. Entre medias también vistió las camisetas de Valencia, Málaga y Fiorentina. Curiosamente, contra el club ché fueron sus últimos minutos.
Una lona daba las gracias y despedía al extremo bético al inicio del partido. A partir de ahí fueron 60 minutos con la respiración contenida. Y es que, tras una hora de partido llegó el momento de que la emoción embargara a los presentes. Incluido al portuense. Joaquín fue sustituido en ese minuto sin poder contener las lágrimas. El partido se detuvo por completo mientras visiblemente emocionado correspondía los aplausos.
Su retirada del terreno de juego se produjo entre lágrimas, agradecimientos y saludos a compañeros, pero también a rivales. A sus 41 años, Joaquín abandona la élite futbolística con un récord debajo del brazo. El partido del domingo supuso que el gaditano alcanzase el récord de Zubizarreta con 622 partidos disputados en Primera División.
Este ha sido el primero de los homenajes que Joaquín ha recibido ya que los verdiblancos se preparan para que el martes se produzca el adiós definitivo con un partido especial en el que ya han confirmado su asistencia tanto rivales como compañeros del extremo que durante varios años ha puesto en apuro a las defensas.