Dicen que los penaltis son el desempate más injusto del fútbol. Pero en esta eliminatoria había sido mejor el Xerez. Y lo mereció en Alicante. Por lo visto en el terreno y por estar tocado por la épica. Con dos héroes: el senegalés Cheikh, que igualó la eliminatoria en el 89... y un Matías increíble que detuvo el sexto penalti, el de la muerte súbita... y él mismo marcaba. Como Ricardo con Portugal. Como Rulli con el Villarreal.
Un partido que comenzaba con nervios, los propios de este tipo de partidos. Tenía tarea por delante, igualar al menos el 0-1 de Chapín, y no empezó el Xerez imponiendo su estilo, sino algo dubitativo, con poca profundidad. Hasta que llegó un centro que pudo ser en la primera parte el verdadero 'quitanervios'. Un gol anulado por presunto fuera de juego de Teté del que alguna repetición grabada con el móvil no lo dejaba nada claro.
En la reanudación, al menos el Xerez seguía siendo sólido. Y cuando las cosas parecían crudas, con un partido rocoso, con algún empujón de más... surgió el gol. Cheikh Yade, el joven senegalés, que había ingresado en el 76, marcó en el minuto 89. Fue la locura tanto en la parte de la grada xerecista del estadio (saludando a lo Bellingham) como en Chapín, bajo la visera del Palacio de Deportes.
A partir de ahí, ni grandísimas ocasiones claras, ni graves sustos... Llegó el momento en que parecía que ambos estaban a gusto, tras tantos minutos acumulados, llegando a los penaltis. Comenzó lanzando el Jove, y Matías detuvo el lanzamiento de Lara. Toido empezaba de cara. Pablo González tenía la oportunidad de adelantar al Xerez, y no la desperdició. Por primera vez, en toda la eliminatoria, el conjunto azulino estaba por delante en la eliminatoria...
En la segunda ejecución, al revés, marcó el equipo local y falló el Xerez, así de nuevo empatados a todo. Marcó su tercer penalti el Jove e hizo lo mismo Rafa Parejo. Dos a dos con tres penaltis tirados para cada equipo. Se acercaban los penaltis que queman y duelen. El jerezano Antonio Oca hizo también el suyo, como lo había hecho antes el Jove.
En el quinto tocaba el turno de Steve Ekedi, que metió un golazo con mucha seguridad. Empezaba la muerte súbita con el quinto de los del Xerez. Beto Plaza tenía que marcar y lo hizo. Tembalaba todo el estadio menos el madrileño.
En el sexto disparó José, marcó... Pero hubo que repetirlo porque el árbitro no había pitado... Y en el segundo paró Matías. Héroe. Él mismo tiró el sexto, el que decidía el ascenso... Y se acabó. Gol. Épica. Una locura bendita con la que pocos contarían la del meta argentino. Y el Xerez a Segunda RFEF.