La violencia en el mundo del fútbol llega a extremos que rozan el surrealismo más absurdo. Esta noche juega el Betis en su estadio frente al Ferencvàros, un equipo húngaro. Pues bien, aprovechando esta circunstancia, un grupo de 30 ultras polacos se han desplazado hasta Sevilla.
¿Y con qué intención llegan los Hooligans Ave Silesia de Cracovia –como se hace llamar este grupo radical– a la capital hispalense para ver un encuentro de Europa League en el que no hay ningún representante de su país? El objetivo no es otro que enfrentarse a los ultras del Sevilla. Sí, sí, del Sevilla, equipo que no juega esta noche, pero cuyos ultras están enemistados con los radicales del Ferencvàros, que a su vez están hermanados con estos ultras polacos que se han paseado por Sevilla provocando disturbios.
La Policía Nacional, gracias a la colaboración de la Policía Polaca y de la Interpol, ha tenido conocimiento del asunto y ha logrado identificar y monitorizar a los violentos, que pretendían atacar con palos de grandes dimensiones a los Biris. Este grupo de radicales han sido desplazados desde la Plaza Padre Jerónimo de Córdoba en vehículos policiales para ser expulsados del país.
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