Corría enero del año 1990 cuando el ariete argentino Óscar Alberto Dertycia desembarcaba en la Tacita de Plata para fichar por el Cádiz. Llegaba de la mano del añorado Manuel Irigoyen y procedente de la Fiorentina italiana. Su brillante calva no pasó desapercibida para las agrupaciones que estaban en pleno concurso del Falla. En el teatro de las reivindicaciones gaditanas nacía Míster Proper, el apodo con el que pasaría a ser conocido un atacante que comenzó su carrera en Instituto de Córdoba y que fue el segundo máximo goleador de Argentina en la década de los 80. "Yo estaba sin pelo y el Indio Vázquez, melenudo. Y allí estaban las chirigotas, que me pusieron el apodo", recuerdo Dertycia a lavozdelsur.es.
Lo que muchos no conocen es que su pérdida de pelo fue debido a una depresión después de lesionarse tras un choque con un tal Diego Armando Maradona en un duelo entre Fiorentina y Nápoles. La melena que lucía en Italia se fue con una lesión que le llevó a estar apartado de los terrenos de juego un año. Pero el Cádiz confió en su juego y le dio la oportunidad de regresar a las canchas. "Cádiz me abrió las puertas para llegar al fútbol español. Siempre estaré muy agradecido por eso. Me abrió las puertas, el estadio y todas las ciudades de España. Me gané el cariño por el esfuerzo, la humildad, el respeto y las cosas compartidas. Ahora es distinto, pero yo siempre que tenía la posibilidad intentaba atender a la afición, a los niños y a los grandes", destaca el exjugador cadista.
"El Cádiz me abrió las puertas para llegar al fútbol español y siempre le estaré muy agradecido por eso"
En el Carranza jugó únicamente media temporada, pero dejó una huella imborrable y todavía se le sigue recordando por Cádiz. A Dertycia le quedó siempre la espinita de no regresar. "Cuando terminé en Albacete me hubiera quedado en España. Debería haber hablado tal vez con la gente de Cádiz para seguir jugando allí. Y antes de retirarme también debería haberme puesto en contacto con Cádiz, Tenerife o Albacete, pero seguía jugando y estaba ilusionado. Me quedó siempre eso de no haber llamado para cerrar mi carrera en España", confiesa.
Tras su breve paso por el Cádiz, el delantero aterrizó en el mítico Tenerife de Jorge Valdano que tumbó dos Ligas seguidas al Madrid en el último partido del campeonato. Fernando Redondo, Pizzi, Quique Estebaranz, Chano o Felipe Miñambres eran algunos de los jugadores del cuadro chicharrero. En Tenerife tiene incluso hasta una peña y sigue manteniendo el contacto con la isla. "Es emocionante haber dejado huella en la historia de un club", declara. Ya en el fin de su carrera deportiva estuvo a punto de regresar. La Sociedad Deportiva Águilas Atlético de Adeje intentó su contratación, pero le faltaban cinco meses como profesional en el fútbol español para fichar por un equipo regional.
"Es emocionante haber dejado huella en la historia de un club"
Un cuarto de siglo después de su paso por el fútbol español, Míster Proper sigue manteniendo el hilo con Hugo Vaca y Lorenzo Buenaventura, que le ha ayudado a conseguir la camiseta del Kun Agüero y de Guardiola para la colección de elásticas que tiene en el museo del Estadio Mario Kempes de su Córdoba (Argentina) natal. "Tengo una colección de camisetas donde está la de Redondo (Real Madrid), de Franco Baresi (Milán), del Piojo López (Valencia), de Caniggia (Atalanta) o de Sebastián Viberti (Málaga). También mantengo contacto con Diego Latorre, con Pizzi, Fernando Redondo, Toño y César Gómez. Anduve rastreando a Julio Llorente y Felipe Miñambres, pero no di con ellos. También me escribo con Chemo del Solar y Percy Olivares".
Tras los pasos de Valdano y Cappa
Finalizado su trayecto futbolístico en España, Óscar regresó a Argentina para jugar en Talleres de Córdoba, Instituto de Córdoba y General Paz Juniors, además de probar también la aventura chilena en el Deportes Tamuco y la peruana en el Coopsol Trujillo, club en el que puso fin a su carrera aunque no colgó las botas. "Yo siempre digo que a mis 56.000 kilómetros recorridos, no digo los años, yo no colgué las botas porque me siento todavía útil", declara el argentino. ¿Y a qué se ha dedicado en todo este tiempo que lleva desde que dejó el fútbol en la 2001-2002? ¿Qué pasó con Dertycia?
Además de estar muy relacionado con la política deportiva de su ciudad, Dertycia ofrece charlas motivacionales a jóvenes jugadores y da entrenamientos privados específicos a los delanteros. "Cada vez estoy más preparado y tengo mejor el vocabulario que siempre le encontré a Jorge Valdano y Ángel Cappa. La pelota es la transmisora de valores. En esas charlas que hacemos en los vestuarios recibimos a las escuelitas de afuera de Córdoba y las paseamos por el museo del Kempes. Después le damos una charla sobre nuestras vidas deportivas y les hago a los chicos una pregunta con una pelota en la mano. Son chicos de 5 a 14 años a los que les pregunto qué le dirían a la pelota. A lo primero se les seca la garganta, se les traba la lengua y no saben qué expresar, pero cuando se animan dicen que la quieren, que les hace feliz, que les acompañe siempre, que quieren hacer goles y ser campeones".
"Cada vez estoy más preparado y tengo mejor el vocabulario que siempre le encontré a Valdano y Cappa"
Este mismo ejercicio motivacional lo repite con entrenadores y padres. "Y les digo que vean lo que significa y la felicidad que da la pelota. No sé si todos van a llegar a jugar al fútbol. Algunos serán abogados, pintores, albañiles o trabajarán en un taller de chapa, sin embargo, lo bueno es que lo intentaron. Algunos lo conseguirán, otros no, pero todo depende de cada uno". Con esas charlas también sale por el interior de Argentina con el fin de transmitir todo aquello que aprendió durante sus dos décadas como futbolista profesional. "Como futboleros que somos, hay que transmitir esa enseñanza que aprendimos. ¿Para qué me voy a guardar esas experiencias que necesitan estos chicos de hoy en día?".
Dertycia también ha probado suerte como entrenador. "Nada más entrar como mánager en Instituto de Córdoba, al otro día fui director técnico y estuvimos a cinco puntos de ascender a Primera División. También estuve en el General Paz Juniors, otro equipo de Córdoba, y estuve a un penal, que falló el arquero, de subir de categoría. Como director técnico tengo una visión nítida de juego y lo que busco es motivar y sacar lo mejor del jugador para el equipo. Sacarle lo máximo porque son ellos los que tienen que dar todo en cada partido y no se pueden guardar nada. Intento transmitir esos valores que aprendí de los maestros Valdano y Cappa".
"Siempre digo que a mis 56.000 kilómetros recorridos no colgué las botas porque me siento útil"
En la actualidad, sigue formándose para aumentar sus conocimientos. Ha participado en más de 450 programas de televisión ofreciendo sus pensamientos tácticos, ha realizado un curso de coaching y se ha preparado con un psicólogo para las charlas. "Intento trasladar mi experiencia lo mejor posible a esos adolescentes que son el futuro del fútbol". ¿Regresar a España? "Ojalá pudiera tener la oportunidad de transmitir y devolver todo lo que recibí en Cádiz, Tenerife y Albacete. Y formar a los jóvenes jugadores para dar el mejor trato y que vean que todo se puede lograr. Todo depende de que estén convencidos y de que disfruten del día a día. Tienen que estar bien física y mentalmente porque la exigencia que te da el fútbol es grande. Ahora, con otra mentalidad y experiencia, puedo ayudar a esos jugadores a que sean mejores", señala.