Desgarbado, con la melena al viento y una fuerza bestial. Prototipo de ese todocampista de potencia y garra que ahora está tan preciado en el fútbol moderno. Uno de los jugadores de la historia del fútbol gaditano con más clase que se ha visto nunca. Empezó en su San Roque natal, pero hizo carrera en Asturias. De la Balona a un Sporting de Gijón mítico. También dejó su impronta entre la afición del Xerez CD, que más de tres décadas después de su paso por Chapín sigue recordando con cariño y admiración futbolística a Manolo Mesa Quirós.
Incombustible en la banda izquierda, se ganó el apodo de Siete Pulmones por esa capacidad de aguante y sacrificio sobre el terreno de juego. Era capaz de llegar el primero a defender tras una acción de ataque. A punto de cumplir 69 años, Mesa ya no luce pelazo, aunque "sigo teniendo la barba. Eso sí, ya toda blanca", comenta entre risas el otrora futbolista a lavozdelsur.es. Mantiene el tipo de cuando galopaba con su característico físico por la banda del Molinón. Y junto a él repasamos una carrera labrada a base, no podía ser de otra forma, de pulmón.
"Empecé a jugar con los amigos en San Roque y posteriormente ya como profesional en la Balona. Estuve tres años y dejé al equipo en Tercera. Antes de marcharme al Sporting jugamos una promoción con otro equipo. En el Sporting coincidí con una gran plantilla. Casi todos eran chavales de la cantera. Hicimos grandes cosas, afortunadamente para mí, en las doce temporadas que estuve allí. El primer año que llegué, bajamos a Segunda. Todavía le sigo buscando una explicación porque teníamos una gran delantera. Luego volvimos a subir y dejé al equipo habiéndonos clasificado para la Uefa. También disputé dos finales de Copa del Rey y logramos un segundo puesto en la Liga", detalla Mesa, que llegó a ser internacional con la selección española.
Para el sanroqueño, el balompié ha marcado su existencia. "El fútbol ha sido todo para mí. Me ha dado la ilusión de mi vida. No he conocido otra cosa, desde que empecé con 16 años hasta que me retiré casi con 40. Ha sido mi vida", destaca.
"El fútbol ha sido todo para mí. No he conocido otra cosa. Me ha dado la ilusión de mi vida"
Aquel Sporting de Gijón de la segunda mitad de los 70 y principios de la década de los 80 fue sensacional. Mesa compartió vestuario con jugadores que también llegaron a ser internacionales como Maceda, Eloy, Joaquín, Jiménez, Mino o un tal Quini. "El mejor marcador de goles de la historia. Un tipo impresionante", confiesa Manolo.
"La gente de la época todavía recuerda a aquel equipo. Éramos todos amigos. El año que llegué también estuve con muchos veteranos como Tati, Ciriaco Cano, Churruca, José Manuel o Megido". Entre sus compañeros en su etapa rojiblanca también se encontraban Cundi, Redondo, Eloy, Andrés, Urbano o el portero Claudio. Aunque han pasado ya casi 40 años de aquellos tiempos, casi todos siguen conservando una gran amistad. "Nos llamamos y nos mandamos wasaps. Suelen quedar muchas veces y yo he subido unas cuantas para volver a recordar viejos tiempos", señala Mesa.
Muy querido en Jerez
Después de su larga trayectoria en el Sporting, donde es uno de los seis jugadores con más partidos de la historia (disputó 339 partidos de Liga, 80 de Copa, 8 de Copa de la Uefa y 12 de Copa de la Liga), volvió a la Balona, que lo traspasaría posteriormente al Xerez CD, donde militó tres temporadas "maravillosas". Mesa recuerda el cariño que le dio la afición azulina. "Había jugadores que habían estado conmigo y a los que me había enfrentado en Primera. Se inauguró el campo nuevo de Chapín, que vino el Madrid, y la afición me trató extraordinariamente. El ambiente de fútbol era muy bueno y bonito. Nos faltó dar un salto y haber ascendido a Primera, pero se gastaba poco en el momento que necesitábamos algún refuerzo. Nos quedamos en Segunda y el último año se fue Manolo Cardo, que hizo un fin de temporada bastante bueno".
"La afición del Xerez me trató extraordinariamente. Fueron tres temporadas maravillosas"
Al entrenador sevillano, Mesa lo recuerda con tremendo cariño. "Era una persona fenomenal, uno de esos entrenadores antiguos que lo sabía todo nada más viendo. No necesitaba a nadie. Cuando no me ponía, me decía: 'Vente, Manolito, siéntate aquí a mi lado'. Era otro fútbol. Antes no había tantos entrenadores en los cuerpos técnicos como ahora. En el Sporting, si salía un balón fuera teníamos que ir a cogerlo nosotros. Boskov también entrenaba solo, no tenía a nadie".
Sobre la evolución que ha tenido el fútbol en estos años, el de San Roque destaca. "Me alegro muchísimo de que haya cambiado tanto y para bien. En la base, hoy en día hay mucha comodidad. Antes se quedaban muchos jugadores en el camino porque todo era más complicado. Hoy, con 14 años, o incluso antes, ya te están mirando".
Más de 20 años vinculado al deporte de San Roque
Con 39 años, en 1992, colgó las botas en la Balona 21 años después de su debut como profesional. ¿Qué ha pasado con Manolo Mesa durante este tiempo? ¿Qué ha sido de aquel jugador que despertó tanta admiración por los clubes que pasó? "Tuve una oferta de la Balona y del Xerez para haberme quedado como gerente o ayudante de entrenador. Me hubiera gustado quedarme en Jerez como segundo técnico para ayudar a hacer un Xerez más grande, pero me salió una cosa en mi pueblo. Me ofrecieron hacerme cargo del deporte de allí, de la escuela municipal y de las instalaciones. Hicimos una buena escuela con los clubes de allí y también se subvencionó a los equipos de la localidad. Llegamos a hacer una liga entre todos ellos más Castellar y Jimena", destaca.
Además de ser el responsable de la parcela deportiva del Ayuntamiento de San Roque, donde tiene un complejo deportivo con su nombre, nuestro protagonista probó suerte en los banquillos. Cogió al San Roque y lo subió a Preferente. Con los juveniles también hizo buenas campañas. Tras pasar por todas las categorías del fútbol profesional como jugador, Mesa ha vivido otra etapa diferente fuera de los terrenos de juego. Eso sí, sin separarse jamás de su querido balón. "He estado al frente de los campos e instalaciones deportivas, de las pistas de los colegios y de las necesidades de los equipos. He seguido vinculado al fútbol y al deporte de mi pueblo hasta que hace algo más de dos años me jubilé".