Un obrero del gol, un currante del balón, un gladiador que se zafaba contra las defensas contrarias en busca del mayor tesoro para un delantero. Un profesional del fútbol que estuvo 19 años dándole a la pelota hasta que colgó las botas en junio de 2014. Jugó en todas las categorías y hasta en 13 equipos militó a lo largo de una extensa y exitosa, sobre todo en sus años finales, carrera deportiva.
Hablamos de Mario Bermejo (Santander, 7 octubre de 1978), un tipo que dejó huella en las tres temporadas que estuvo en el Xerez CD. Lucha, entrega y pundonor fueron sus señas de identidad como azulino. Al cuadro xerecista llegó en la temporada 08-09 procedente del Poli Ejido. Anteriormente, el atacante había estado en equipos como Almería, Albacete, Racing de Ferrol —donde fue Pichichi de Segunda con 25 goles—, Eibar, Athletic de Bilbao y Racing de Santander. En el conjunto cántabro debutó cuando tenía 17 añitos. Fue el principio de un camino marcado por la insistencia, por no dar un balón por perdido en su particular búsqueda del gol.
Con el Xerez CD ascendió a Primera División, categoría en la que, pese al descenso azulino en Pamplona, dejó momentos inolvidables como el chicharro que le metió al Barcelona de Guardiola en el santuario culé. Un derechazo que quitó las telarañas de la portería de Víctor Valdés. Con el sabor agridulce del paso por la máxima categoría, Bermejo jugaría un año más en las filas xerecistas antes de coger el avión con destino a Vigo. Otras tres campañas, las últimas de su etapa como futbolista, firmó en el Celta.
"Tenía opciones de seguir jugando en Segunda y contaba con ofertas de Primera en el extranjero, pero decidí retirarme y quedarme allí", cuenta Mario a lavozdelsur.es. Y en tierras gallegas está afincado desde entonces. Diez años lleva viviendo en Vigo.
Aquellos maravillosos años
Pero, tras su retirada del fútbol, ¿qué ha sido de Mario Bermejo? "Cuando dejé de jugar me incorporé a la secretaría técnica y desde entonces estoy ahí, salvo unos 4 o 5 meses que estuve en el cuerpo técnico cuando vino Fran Escrivá", destaca el exdelantero.
El cántabro es un hombre de club dentro del organigrama técnico de la entidad viguesa. "La labor que hacemos nosotros es más estable. Tampoco somos un cuerpo técnico muy extenso. Somos personas que casi todas hemos estado jugando, salvo Felipe Miñambres —director deportivo— y Ángel Medina, que vino del Rayo Vallecano, en el club. El Celta no se caracteriza por cambiar en la faceta de la dirección técnica. Felipe Miñambrex lleva seis años ya y Miguel Torrecilla estuvo anteriormente siete años".
"En el Xerez CD teníamos un grupo humano excepcional. Para mí fueron tres años fenomenales que nunca olvidaré"
Infinidad de momentos tiene guardados en la memoria de su pasado como futbolista. En Jerez grabó muchos de ellos. "La verdad es que fueron años muy buenos los que viví allí. Desde el inicio hasta el fin. Todo lo que viví allí fue positivo. Llegué con una expectativa creada a base de lo que había vivido el Xerez el año anterior, que había sufrido en Segunda para mantener la categoría. El objetivo era no sufrir tanto como ese año anterior, pero al final acabamos disfrutando muchísimo con el ascenso a Primera".
Bermejo recuerda. "Teníamos un grupo humano excepcional, que se sobrepuso a las adversidades fuera de lo deportivo y conseguimos ascender. Luego, al año siguiente, a pesar del descenso a Segunda fue un año genial. Y ya la temporada siguiente fue la última mía. No fue mala en lo deportivo, pero cuando eres un recién descendido todo el mundo tiene las expectativas de que tienes que subir otra vez sí o sí. No se hizo una mala temporada. Estuvimos luchando hasta los últimos partidos por meternos en los puestos de ascenso. Para mí fueron tres años fenomenales que nunca olvidaré". En Jerez tampoco se olvidan de Súper Mario.
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