Llegó sin hacer apenas ruido al Xerez CD procedente del Badajoz, pero pronto se convertiría en una pieza clave en la zona de ataque del conjunto azulino. José María Mena (Talavera de la Reina, 1978) fue el héroe del ascenso xerecista a Segunda en la temporada 00-01. Sus dos goles en un Chapín enloquecido frente al Toledo sellaron el cambio de categoría del equipo dirigido entonces por Máximo Hernández.
Después llegarían las dos temporadas con Schuster, los problemas económicos con Gil Silgado y el desnudo en Interviú. "Estuve allí un montón de años y vivimos muchas circunstancias. Fue una auténtica montaña rusa", destaca el exjugador a lavozdelsur.es.
Formado en los escalafones inferiores del Real Madrid, la carrera futbolística de Mena fue de lo más extensa y dejó su impronta futbolística en Córdoba, Celta de Vigo, Badajoz, Xerez, Alavés, Almería, Cartagena, Jaen, Cultural Leonesa, Cacereño, San Sebastián de los Reyes, Talavera y CD La Virgen del Camino, conjunto en el que se retiró hace cuatro temporadas a los 39 años de edad.
Entrena actualmente en Tercera División
¿Qué ha pasado con Mena desde que colgó las botas? ¿A qué se dedica hora? El propio protagonista nos lo cuenta. "Me retiré hace cuatro años y me dediqué un poco a entrenar al fútbol base con miramiento a que pudiera ser un trampolín. Empecé con los juveniles y al año siguiente me puse a entrenar a un equipo de fútbol femenino de la Segunda División en León, donde me retiré. Pero antes de empezar la pretemporada me salió la oportunidad de ir a China con la Fundación del Real Madrid. Por haber sido jugador del Real Madrid tenemos acceso a entrenar en las escuelas que tiene en el extranjero. Estuve allí año y medio y la verdad es que la experiencia fue brutal. Hemos viajado por toda China. Lo único malo es que nos pilló el tema del covid por medio y nos ha restringido todo".
"Estoy entrenando a La Bañeza. Ojalá sea el trampolín para meterme en la rueda para entrenar en el fútbol profesional"
Aunque podía haber continuado en el país oriental, el que fuera jugador xerecista necesitaba volver para estar con su familia. Tras su regreso ha encontrado acomodo como entrenador en La Bañeza, un equipo recién descendido a Tercera División que tiene el objetivo de recuperar cuanto antes la categoría. "Estoy en León, con mi familia, con mis hijas e intentando también que sea el trampolín o que nos haga meternos un poco en la rueda de poder entrenar en el fútbol profesional. El objetivo que estoy buscando desde que dejé el fútbol es encontrar un proyecto ilusionante que valora tu trabajo. Estoy en un proyecto muy ambicioso. Vamos a ver ahora la capacidad que tenemos para poder gestionar y llevar al equipo donde nos exige. Es bonito e ilusionante. Ojalá nos pueda ayudar a despegar un poco".
En China también estuvo al mismo tiempo que Mena otro ex del Xerez como Branislav Bajic. "Estuvimos en escuelas diferentes, pero estuvimos bastante tiempo en contacto telefónicamente. A él también le pilló el tema del covid allí y estuvimos tiempo sin poder viajar para ver a la familia. Tengo mucha relación y estuvimos al corriente de cómo iba la película. Fue todo muy duro por el tema familiar. Al final tantas restricciones te hacían estar muy distanciados de la familia al no poder venir a España. Son cosas que nos han pillado nuevas a todos por sorpresa y nos hemos tenido que adaptar a todas las restricciones, a las cuarentenas, a las pruebas de PCR, a poder entrar y salir de la forma que ellos querían. Hasta que tomé la decisión de volver a estar con la familia, a la que echaba mucho de menos".
"No sé si el Xerez me debe mucho a mí, pero yo sí debo mucho a su afición y a su gente. Lo llevo en el corazón a diario"
El Xerez CD fue el equipo que más le marcó en su etapa como futbolista. "Tengo muy buenos recuerdos. Ahora que miro un poco para atrás guardo recuerdos de cómo la gente te recuerda. En el tema personal creo que hice mella en aficiones, gente y directivas. Siempre me ha gustado dejar mi sello o mi huella donde he ido. A día de hoy donde voy hay gente que recuerda momentos y me hace feliz. Mi paso por Jerez es algo que me quedará de por vida, todo lo que he pasado, cómo lo pasamos, los acontecimientos, los ascensos... Marcó un antes y después en mi carrera deportiva. Cuando me preguntan dónde he jugado siempre respondo primero que en el Xerez por todo lo que ha significado para mí a nivel personal y profesional. No sé si el Xerez me debe mucho a mí, pero yo sí debo mucho a su afición y a su gente. Lo llevo en el corazón a diario".
Sobre aquel mítico partido del ascenso frente al Toledo, del que se han cumplido recientemente 20 años, el talaverano destaca. "Es una cosa que está muy presente. La gente recuerda por aquello. Fue el partido que todo el mundo deseaba. Ganar 2-0 y hacer tú los dos goles. Es de esos partidos que quedan en la retina de aficionados y niños. En las redes sociales me siguen escribiendo aficionados que por aquel entonces eran niños pequeños".