No estuvo ni siquiera media temporada en el Cádiz, pero dejó una huella que hace que, casi 30 años después de su paso por el Carranza, todavía se recuerde a Mario de Oliveira Costa (23 de marzo de 1965). Aunque con este nombre tal vez no nos situemos, la historia cambia si hablamos de Tilico, el apodo futbolístico de aquel delantero brasileño que obró la milagrosa permanencia amarilla en la temporada 91-92.
Casi tres décadas después de su efímero paso por el Cádiz, ¿qué pasó con Tilico? Actualmente, el otrora atacante carioca reside en Río de Janeiro. Desde la ciudad del Cristo Redentor y las playas de Ipanema y Copacabana, Mario atiende la llamada de lavozdelsur.es para conocer qué ha sido de su vida en todo este tiempo. "Terminé mi carrera como futbolista en 2001 y al año siguiente hice un curso de entrenador de fútbol. Luego comencé como entrenador ayudante hasta 2008, cuando empecé a prepararme para ser entrenador. En 2009 comencé mi carrera como primer entrenador y actualmente sigo desempeñándome en esta profesión", destaca Tilico.
"Actualmente estoy esperando una propuesta de algún club tras todo lo que nos ha pasado con la pandemia"
Durante sus primeros pasos en los banquillos llegó a ser segundo entrenador del mítico Telé Santana. En clubes modestos en Brasil como Juventude, Remo, Sampaio Correa, Marinho o 15 de Novembro aportó sus conocimientos como ayudante hasta que empezó su carrera en solitario. Los últimos equipos que ha dirigido han sido Comercial MS y Costa Rica MS, clubes que militan en el Campeonato Sul-Matogrossense, torneo de fútbol estatal del estado de Mato Grosso do Sul situado en el centro oeste de Brasil.
Con la pandemia, que tiene en Brasil a uno de los países del mundo con mayor número de muertos, Tilico, de 56 años, se vio obligado a parar. "Actualmente estoy esperando una propuesta de algún club para retomar nuestro trabajo después de toda esta situación que nos ha pasado con el coronavirus".
No olvida su estancia en Cádiz
Repasada su vida tras colgar las botas, rebobinamos para reencontrarnos con el Tilico futbolista, aquel que fue parte vital del milagro de la salvación y que llegó también por un ídem del añorado Irigoyen. El entonces presidente cadista tiró de artes negociadoras para traerse a un necesitado Cádiz a un delantero que estaba despuntando en Brasil. Catorce millones de pesetas, más la participación en el Trofeo Carranza de aquel año (1992), le costó a la entidad amarilla la incorporación de Tilico, por el que el Sao Paulo había pagado, tres años antes, 80 millones (seguimos hablando en pesetas).
Con el histórico club brasileño, donde coincidió con míticos jugadores como Leonardo, Ricardo Rocha, Raí, Cafú o Muller, conquistó el Brasileirao de 1991 gracias a un tanto frente al Bragantino. Meses después, dos goles suyos le dieron al Cruzeiro la Supercopa Libertadores frente a River Plate. En febrero del año de la Expo y los Juegos Olímpicos de Barcelona aterrizaba en un Cádiz que dirigía el inolvidable Ramón Blanco. En aquel equipo militaban jugadores como Quevedo, Arteaga, Barla, Szendrei, Poli, Ángel Oliva y un jovencísimo Kiko.
"Estoy muy feliz por haber jugado en el Cádiz. Aquel final de temporada conseguimos victorias muy grandes"
Aunque tardó en secar la pólvora mojada, cuando cogió la racha no paró y fue decisivo en las últimas jornadas de aquella Liga marcando un doblete frente al Valladolid (jornada 35) que permitía al Cádiz seguir con oxígeno. El equipo de Pucela superaba en un punto al cadista, que era último. En la siguiente jornada, Tilico le dio los tres puntos a su equipo con un gol ante el Athletic de Bilbao. Una victoria que permitió abandonar el farolillo rojo.
En la última jornada, el conjunto amarillo necesitaba empatar para evitar el descenso directo. Y llegó el gol del atacante carioca para firmar la igualada a uno ante el Sporting de Gijón. Ya en la promoción de descenso frente al Figueras, el delantero formado en el Vasco de Gama abría el camino de la salvación marcando el primer tanto de la victoria en Carranza (2-0) ante el conjunto catalán. En la vuelta, 1-1 y milagro del Cádiz.
"Estoy muy feliz por haber jugado en el Cádiz. Aquel final de temporada conseguimos victorias muy grandes. Me alegra saber que he quedado en la memoria de la afición hasta hoy. Echo mucho de menos Cádiz y me gustaría regresar algún día a la ciudad", relata Mario.
Paso testimonial por el Atlético de Madrid
Tilico, que fue internacional en cuatro ocasiones con Brasil, estaba encantado en Cádiz (su breve trayectoria fue espectacular: 8 goles en 15 partidos) y le hubiera gustado seguir en el Carranza, pero el dinero siempre manda en el fútbol y la entidad amarilla no tenía el parné suficiente para competir con un Jesús Gil y tal y tal. El que fuera presidente del Atlético de Madrid se lo acabó llevando al Marbella, el otro club que gestionaba desde la alcaldía de la localidad costasoleña. Aunque Sergio Kresic, entrenador por entonces del equipo marbellí, no le dio muchas oportunidades, el brasileño también guarda buenos recuerdos. "En Marbella dejé buenos amigos y recibí el cariño de la afición. Me gustaría mandarle un gran abrazo a toda la gente de allí y de Cádiz".
Al año siguiente pasaría a engrosar la nómina de jugadores del Atlético de Madrid, pero su paso por el club colchonero fue testimonial. Jair Pereira, compatriota suyo y técnico rojiblanco, únicamente le alineó en un partido. Sin oportunidades, Tilico regresó a Brasil para jugar en el Fluminense. También pasó por el León mexicano, la Uniao Leira portugesa y el Al-Ittihad saudí, para acabar su carrera en su país tras jugar en Cabofriense, Juventude y Americano.