Todo comenzó instantes antes de que el árbitro pitase el inicio del encuentro entre Brasil y Argentina en Maracaná. La desmesurada carga policial contra un aficionado de la albiceleste fue el detonante que provocó un enfrentamiento brutal entre hinchas de ambas selecciones.
Unas imágenes espeluznantes que están dando la vuelta al mundo. Madres protegiendo a sus bebés, niños llorando y escenas de auténtico pánico se vivieron durante la batalla campal en la grada. Algunos jugadores de ambos equipos intentaron mediar desde el césped, pero la situación se descontroló por completo. Varios aficionados resultaron heridos con golpe y hematomas.
Messi decidió marcharse hacia el vestuario con sus compañeros en señal de protesta por lo que estaba sucediendo. El partido, que no debió jugarse en ese clima de máxima tensión, comenzó media hora después de los incidentes.
En el terreno de juego también se palpó la rivalidad durante todo el encuentro, con situaciones fuera de lugar y acciones al límite. Al final, la campeona del mundo se llevó la victoria por la mínima ante una Brasil que lleva tres derrotas de forma consecutiva.