El trágico accidente de autobús que tuvo lugar en Cádiz el pasado lunes y que se cobró la vida de cuatro personas —tres fallecieron en el acto y una en la UCI, días después— ha abierto un debate sobre la actitud de muchas personas que presenciaron los hechos.
En el lugar del atropello, eran muchos los testigos y curiosos que se acercaron para ver, grabar y difundir con sus teléfonos móviles imágenes de los hechos.
El Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz (CBPC) recuerda que estos hechos son constitutivos de delito. "Los bomberos afrontan, en su trabajo, situaciones duras y trágicas con vocación de ayuda. Tras el terrible accidente de esta semana en Cádiz, desde el CBPC manifestamos nuestra repulsa a todos los que, en un siniestro, toman y difunden imágenes que contribuyen a hacer daño", incide en redes sociales.
El Consorcio Provincial de Bomberos recuerda que "es un delito de quien las toma y las difunde y demuestran una total falta de respeto y sensibilidad por las víctimas y familiares. Insistimos en la responsabilidad individual de todos para no contribuir al dolor, la desinformación y el morbo".
Por aplicaciones de mensajería y redes sociales se difundieron imágenes del accidente, así como fotos que revelaban la identidad de las víctimas mortales. Hasta el punto de que la Ampa Amílcar Barca del IES Drago, donde estudiaban dos de los jóvenes fallecidos, pidió respeto a ellos y a sus familiares.
"Nuestro rechazo a las imágenes que se han difundido del trágico accidente. Recordar que detrás de estas imágenes se encuentran familias, amigos y compañeros. Por favor empaticemos con la situación y demos muestra de respeto no difundiendo y borrando las imágenes", decía la Ampa.