Luego se asombrarán algunos de que en Cádiz, como en tantos pueblos y ciudades, a las plazas y calles se les llame con denominaciones antiguas, históricas o comerciales.
La plaza de toros donde no existe hace 50 años. Todos saben de qué hablan. El Bar Stop le da nombre a un cruce de avenidas al margen de cómo se llamen. El hospital de Mora es una facultad hace muchas décadas. Así, casi, todo.
Los nombres que acoje el viario local, el callejero, forman un laberinto, no sólo por estrechez (física) y peculiar trazado. Los responsables municipales, un mandato detrás de otro, se empeñan en complicarlo aún más.
Hace 20 años fue muy comentado que muchas calles de Cádiz fueran rotuladas con un pequeño azulejo que mostraba su nombre antiguo, histórico. Fue colocado junto al actual.
Decenas de turistas han sufrido severas dolencias cervicales de tanto mirar el mapa en la mano y los rótulos, arriba en la esquina, una y otra vez. Cuál es el bueno, se preguntaban en varios idiomas
Ahora llega otro capítulo que parece aún más nimio por cuanto la mayor parte de las modificaciones afectan a confluencias, partes de plazas, tramos de vías diferenciados de otros que sí conservan el nombre. Si la tendencia al fraccionamiento se mantiene, cada esquina tendrá nombre propio.
La polémica, entre anecdótica y recurrente, ha reaparecido este mes de abril de 2024, con Bruno García León en la Alcaldía. Ya provocó episodios sonados con el alcalde anterior, José María González Santos.
El cambio de algunas calles, plazas y avenidas tuvo entonces un criterio político e ideológico, según la Ley de Memoria Histórica o distintas posturas partidistas.
Así, provocó que Marqués de la Ensenada pasara a ser Pueblo Gitano; Príncipe de Asturias, Luis Arenal Plat; avenida Juan Carlos I, de la Sanidad Pública; José León de Carranza, 4 de Diciembre de 1977, hasta una veintena.
Aquel proceso provocó hace cinco años un plante de los concejales del Partido Popular. Se levantaron de un pleno municipal y se marcharon en señal de desacuerdo. Este jueves, 25 de abril, se repetía escenario y temática. Otra vez el cambio de calles llegaba al máximo órgano de decisión municipal.
Esta vez no hubo salidas de la sala pero sí alguna cara desencajada, algún reproche. Como un "mamarracho", llegó a calificar el grupo municipal socialista el nuevo ajuste del nomenclátor.
"Esperamos una disculpa", dijeron desde Adelante Cádiz, la formación que respaldaba al anterior alcalde, tan criticado por lo mismo que ahora se vuelve a decidir. "A ustedes no les molestaba el cambio de calles, les molestaba que quitáramos el nombre de fascistas", llegó a declarar David de la Cruz.
Toda esta discusión regurgitada llega después de la nueva propuesta de modificación del nombre de 13 calles. La celebración de la Comisión de Nomenclátor, el pasado 22 de abril, los decidió de forma unilateral según la oposición. La mayoría absoluta se lo permite. Luego los ajustó por presuntas presiones ciudadanas.
Unos doce vecinos protestaron en algún medio por la supuesta complicación burocrática, incluso el gasto económico, que supone el baile de sus domicilios. Esa queja es discutible porque los cambios han sido decenas en los últimos años sin que consten mayores incidencias.
El nuevo Ayuntamiento de Bruno García de León, sin embargo, se asustó y dio marcha atrás en unos pocos casos. Uno de los ciudadanos que habían pedido uno de los cambios, el de la glorieta Víctimas de la Explosión de 1947, se echó atrás, dolido. No quería líos por algo tan menor.
David de la Cruz (Adelante) asegura que finalmente el alcalde gaditano ha dado marcha atrás "a golpe de titular", cuando un medio de comunicación se lo "ha dictado".
El gobierno municipal se limita a decir que ha "entablado un diálogo con vecinos afectados por estos cambios y con los promotores de estas propuestas" para ajustar los 13 cambios al inalcanzable gusto de todos.
Finalmente, aunque nadie vaya a querer, poder o saber usarlos durante muchos años, los nuevos nombres quedan fijados. A la espera de la imposible unanimidad.
Poeta José Manuel García Gómez pasa a ser el nombre del espacio ubicado junto a la Glorieta Lebón, en la entrada a las instalaciones del colegio Argantonio, del que fue fundador. Antes iba a llamarse así la calle 24 de julio.
"Atendiendo a la petición oficial de la Federación de Vecinos 5 de abril -promotora de la iniciativa-, el nombre de Manuela Molina se dedicará al tramo de avenida del Guadalete comprendido entre la calle Barbate y la avenida del Guadalquivir", confirma el Ayuntamiento.
La petición del historiador Juan Antonio Aparicio promovió que la plaza de San Severiano pasara a ser Víctimas de la Explosión de Cádiz pero sólo durante 72 horas. Ante el, levísimo, revuelo levantado en el entorno pidió que se olvidara la idea. El Ayuntamiento de Cádiz, con aspiración salomónica, resuelve que una pequeña zona tenga el nombre nuevo y el resto conserve el actual.
El espacio existente entre las murallas de las Puertas de Tierra y la Cuesta de las Calesas pasa a ser glorieta de la Educación Pública. Hostelero Gonzalo Córdoba pasa a ser el nombre de la plaza existente en la confluencia de las calles Doctor Meléndez y Arricruz, en La Viña.
La confluencia de las calles República Argentina y San Carlos recibe el nombre de plazuela Santa Joaquina de Vedruna. El fallecido líder vecinal Enrique Carril pasa a dar nombre al espacio ubicado entre las calles República Argentina y Fernando el Católico.
Paca Briceño recibe a su nombre una glorieta del paseo de Canalejas y el tramo de la plaza Filipinas colindante con las murallas de San Carlos se denominará Plaza Ateneo, Artístico y Científico de Cádiz. Un tramo de la calle Chile, situado entre Doctor Marañón y Solano, pasa a ser Mariano Marcos.
La calle Ernestina Muñoz de Miguel Villanueva pasa a Profesora Ernestina Muñoz. El espacio final de la calle Plocia se denomina ya plazuela Pablo Grosso al espacio público final de la calle Plocia.
Por último, una mitad de la calle Fernández Ballesteros, dividida por la avenida Ana de Viya, pasa a ser Juan Bartual Pastor.
Si algún vecino de Cádiz no se entera de nada, no se apure. Puede seguir con las denominaciones anteriores o, en todo caso, esperar a que los buscadores de internet y teléfono móvil hagan pronto la adaptación. Así le llevarán de la mano, la palma, a la dirección que buscan.