La reanudación del proceso de voto para elegir el nuevo nombre del Estadio Ramón de Carranza ha comenzado con polémica. Este lunes ya se puede votar entre los ocho nombres elegidos como posibles en una primera criba, que son Ciudad de Cádiz, La Pepa, Gades, Bahía de Cádiz, Gadir, Nuevo Mirandilla, Tacita de Plata y De La Laguna. La razón, como es sabido, que la actual nomenclatura del estadio municipal supone un homenaje a un hombre que participó en el franquismo.
El proceso ya se paralizó por problemas y ha sido un año en blanco, un año en el que el Cádiz CF ha jugado en Primera División, un logro que repetirá de nuevo la temporada venidera. En el fondo, una problemática sobre el proceso y la Ley de Protección de Datos, por una votación para la cual están llamados los votantes en Cádiz.
La Plataforma Estadio Carranza ha generado una nueva polémica. Según han anunciado, este mismo lunes, un miembro de la organización contra el cambio de denominación ha votado en nombre del alcalde, suplantando la identidad de José María González. Para votar, basta con el DNI, el nombre completo y la fecha de nacimiento.
"La obtención de esos datos ha sido tan sencilla como teclear en Google el nombre y apellido del alcalde junto a las palabras DNI y fecha de nacimiento. Esto prueba, a las claras, que la chapuza sigue lastrando y protagonizando este penoso proceso iniciado por el Ayuntamiento. Obtener datos como un número de DNI y una fecha de nacimiento de los ciudadanos es algo muy sencillo y hay infinitos listados (muchos de ellos municipales) de pago de impuestos, multas, etc. en los que se pueden obtener esos datos de muchos gaditanos por lo que el fraude queda permitido", aseguran desde el colectivo.
La queja sobre que sea el Ayuntamiento y no la organización la que haya incumplido la Ley de Protección de Datos la fragua de esta forma la entidad. "El hecho de que cualquiera pueda votar en nombre de otro permite, a su vez, que sin consentimiento del afectado, el Ayuntamiento acuda al padrón municipal para acreditar ese posible voto fraudulento por lo que se incumple manifiestamente la Ley de Protección de Datos".
Eso sí, "queremos dejar constancia de que la intención que hemos tenido no ha sido la de suplantar la identidad ni la voluntad de nadie sino la de poner de manifiesto que el sistema no tiene garantías y que eso lo invalida, si es que alguna vez fue válido".
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