El comedor Virgen Poderosa de la calle María Arteaga de Cádiz terminó el año haciendo un llamamiento a la sociedad porque se encontraba en una situación crítica, en riesgo de cierre. Ese llamamiento despertó la solidaridad de los ciudadanos y aumentaron las donaciones, pero siguen sin tener recursos suficientes para cubrir los gastos mensuales.
Sor Manuela, directora del comedor, está muy agradecida por la respuesta de los gaditanos y lamenta que, a pesar del incremento de ingresos debido a la generosidad de la población, continúan con dificultades para mantener su acción social. De hecho, este mes de febrero han tenido que suspender la entrega de bocadillos los domingos debido a la falta de recursos. Por eso, afirma que necesitan “gente que se haga socia para poder tener unos ingresos fijos; lo que cada uno pueda, porque cualquier cantidad, por mínima que sea, para nosotros es una ayuda”. Estos socios tienen garantizada la confidencialidad de sus datos y pueden solicitar un certificado para la deducción de su aportación en la declaración de la renta.
El comedor social Virgen Poderosa está dirigido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y ofrece comida caliente cada día en torno a un centenar de personas mayores de edad sin hogar y en riesgo de exclusión social. Además, cuenta con un servicio de ropero, entrega comida a más de una veintena de familias con menores a su cargo y realiza atención social.
Sor Manuela comenta que tienen ayuda de instituciones públicas y privadas, como el Ayuntamiento de Cádiz, la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía, la Fundación Comes y Comedores con Alma de la Fundación La Caixa; también reciben donativos en especie del Banco de Alimentos y Mercadona, así como donativos económicos puntuales de particulares; “pero lamentablemente, todo esto no es suficiente para mantener el comedor y todos los servicios”.
La directora del comedor Virgen Poderosa asegura que en total, necesitan unos 30.000 euros mensuales para poder pagar los sueldos de cocinera, pinche y limpiadora, para afrontar los gastos de luz, agua y gas, además del mantenimiento del comedor, compra de comida y productos de limpieza, teniendo en cuenta el aumento de precios de los últimos tiempos. A todo esto hay que añadir el alquiler del local donde tienen el ropero, ya que en el comedor no cuentan con espacio suficiente para poder guardar la ropa que reciben y que luego seleccionan para entregar a las personas que atienden. La directora apunta que en muchos casos, las prendas que les donan no están en condiciones de ser usadas, por lo que en muchas ocasiones tienen que comprar ropa.
Cómo hacerse socio
Las personas que deseen hacerse socias para colaborar con el Comedor Virgen Poderosa de Cádiz pueden hacerlo enviando un correo electrónico a comedorvpoderosa@hotmail.com con los siguientes datos: nombre y apellido, DNI, domicilio, teléfono, correo electrónico, número de la cuenta bancaria desde donde se quiere realizar la aportación y entidad bancaria, cuantía que se quiere aportar y la periodicidad (mensual, trimestral, semestral o anual). Sor Manuela asegura que se garantiza la confidencialidad de los datos y se puede solicitar un certificado para la deducción de la aportación en la declaración de la renta.
También se puede hacer donativos puntuales a través de una transferencia bancaria en la cuenta ES80 2103 4022 1530 2212 3601 de Unicaja o enviando un Bizum al código 06151 Comedor Virgen Poderosa. En este caso, también se garantiza la confidencialidad y se puede solicitar un certificado para la deducción de su aportación en la declaración de la renta.
Los servicios
En el comedor Virgen Poderosa de la calle María Arteaga se ofrece de lunes a sábados el almuerzo a las 12.30 horas, consistente en primer plato, segundo plato, pan, bebida y postre. Es atendido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl con ayuda de voluntarios, un pilar fundamental para que este servicio pueda llevarse a cabo todos los días. Hasta ahora, los domingos repartían bocadillos, pero debido a los problemas económicos actuales, han tenido que dejar de ofrecerlos hasta que no mejore la situación.
Cuando llegan familias con menores, se les entrega alimentos en crudo para que puedan cocinarlos en casa, además de productos de limpieza.
En el ropero, dan prendas de vestir, calzado y útiles de aseo a personas que lo necesiten. El horario de atención son los martes y jueves de 11.00 a 12.00 horas. La ropa donada por particulares es clasificada y ordenada por las hermanas y voluntarios, que desechan lo que no se encuentra en buen estado para asegurarse de que las prendas que entregan están en perfectas condiciones.
Las personas que acuden al comedor son atendidas también por una trabajadora social, que valora su situación de cada una de ellas y les hace un seguimiento y acompañamiento. En caso necesario, se les deriva o se realiza una atención coordinada con otros recursos y entidades.