Denuncian en Cádiz la aparición de "salchichas con puntillas" para acabar con los perros

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'El perro es el mejor amigo del hombre', una afirmación con la que se puede estar o no de acuerdo. Sin embargo, el debate desaparece cuando se comete una acción violenta y premeditada con la firme intención de acabar con ellos. En Cádiz, la aparición de salchichas con puntillas o clavos en su interior trae de cabeza a la asociación Cádiz Animal, que ha denunciado públicamente la situación ante el alto riesgo que puede suponer para cualquiera de los 16.000 perros censados en la capital gaditana.

Ismael Gómez es el presidente del colectivo animalista. Se muestra especialmente preocupado y sorprendido por un suceso "de tanta crueldad y que tiene un componente de psicopatía considerable". Relata que "todavía no sabemos quién ha podido ser, estamos intentando recabar toda la información posible", y avisa de que "pondremos una denuncia de hechos para que la Policía tenga constancia de forma oficial de lo que está sucediendo".

Por el momento solo se sabe que han aparecido "en Sagasta a la altura de la calle La Rosa", aunque le han llegado a decir que se han encontrado también en Columela, en la plaza del Tío de la Tiza y por el Paseo Fernando Quiñones, "pero no está contrastado ni conocemos más casos además de estos dos". El primero de ellos data del domingo, cuando Emi, una compañera, le envió una fotografía en la que se observa un trozo de comida con dos puntillas clavadas que su dueño, un amigo de ella, le había sacado a su perro de la boca. Ismael, incluso, fue al veterinario con ellos, "aunque por suerte no había llegado a ingerir nada".

Desde entonces comenzó a alertar a sus conocidos. Pero al día siguiente, Flaco, el perro de Emi, comenzó a encontrarse mal. Ante la actitud del animal, y sabiendo que ella lo pasea "por esa zona", no dudó en llevarlo a un especialista. Efectivamente, tenía ocho clavos entre el intestino y el estómago. A pesar de ello, goza de una salud "aparentemente normal",  pero solo ha logrado expulsar uno desde entonces y continúa con siete en su interior. Por ello, Ismael pide información con el objetivo de encontrar pistas que localicen al autor o autores de tan macabro plan, desde una visita al veterinario a un informe o una foto, "cualquier ayuda es buena", sentencia.

Jerónimo García, veterinario de la clínica Nueva Tavira que ha atendido al perro de Emi, advierte que "la vida de Flaco lleva corriendo peligro desde entonces, los clavos son objetos muy peligrosos porque, además de pinchar mucho, tiene todavía siete y son muy difíciles de localizar quirúrgicamente". A pesar de estar en sus días de vacaciones, no desconecta en ningún momento porque "es un caso muy delicado y que no te esperas". De hecho, no tiene dudas al afirmar que en este tipo de situaciones "si los dueños no están encima del animal se muere".

Esta clase de actos no son, ni mucho menos, novedosos en la ciudad. Ismael recuerda que a principios de verano "se decía que estaban haciendo algo parecido en Santa María y El Pópulo, y en el parque de La Paz pusieron comida con matarratas". Aun así, esta vez se ha quedado especialmente sorprendido ante "algo tan cruel como poner alfileres o puntillas en una salchicha", sentencia contrariado.

El Colegio de Veterinarios, ante la lógica alerta que pueden causar noticias así entre los poseedores de mascotas, recuerdan visitar periódicamente el veterinario, cuidar la higiene y la alimentación del animal, llevar las vacunaciones al día y, por supuesto, extremar la precaución para que no ingieran objetos, líquidos y alimentos no deseados, así como acudir de forma inmediata al veterinario si se detectan síntomas o un comportamiento anormal.