Ecologistas en Acción en Cádiz califica el nuevo informe de "banderas azules" 2024, publicado este martes, como una especie de timo publicitario "sin ningún aval técnico ni científico, sin los requisitos mínimos de rigor, solvencia e independencia".
Para este colectivo, las enseñas que pretenden reconocer "los mares limpios de Europa" son unos "galardones fraudulentos enfocados meramente a resaltar el reclamo turístico de las playas elegidas".
Este premio se creó en Francia en 1985 para promocionar puertos deportivos y en Europa nadie le da ningún crédito
La concesión de la bandera azul se creó en 1985 para certificar los mejores puertos deportivos en Francia y se amplió en 1987 a playas y puertos de toda Europa, con la subvención de la Comisión Europea.
Adeac (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor) es la asociación que gestiona las banderas en España pero nadie fuera de las fronteras españolas da un valor especial a este símbolo porque, afirma Ecologistas en Acción, no es un sello que un turista asocie a excelencia.
"Son promovidas por un conjunto de asociaciones privadas ligadas a las empresas turísticas, aunque cuenten con la complicidad de gobiernos autonómicos y locales", añade.
Para el grupo denunciante, uno de los más activos y prestigiosos en la reivindicación ecologista en la provincia, "las analíticas de la Consejería de Salud en las que se basan estos pseudogalardones solo identifican microorganismos fecales y aspecto visual, sin otras sustancias peligrosas como hidrocarburos y metales pesados. El impacto del cambio climático y su efecto erosivo en las playas es ignorado".
Como resumen, afirma que "se trata de galardones que carecen de cualquier credibilidad, se basan en meros aspectos turísticos, no realizan inspección rigurosa alguna y no evalúan l estado medioambiental de las playas".
Como presunto ejemplo de incoherencia y falta de rigor en esta concesión, Ecologistas en Acción añade un listado con playas galardonadas de cara al próximo verano que, a su entender, no merecen ningún reconocimiento por presentar grave daño medioambiental.
La Costilla, Rota, sufre vertidos puntuales, y sobre todo en la playa de Rompidillo-Chorrillo. Alberga chiringuitos playeros en el mismo cordón dunar.
Fuentebravía, en El Puerto de Santa María, ha construido edificaciones en la misma playa y debe alimentarse de arena de forma artificial. Estuvo cerrada hace cuatro años por contaminación de aguas fecales y ha estado cerrada al baño hasta hace poco por otra rotura en la tubería de saneamiento.
Cortadura, en Cádiz, cuenta con el carril ciclista llamado Eurovelo desde El Chato hasta Torregorda que sepulta el sistema dunar, "es innecesario y con aterramientos constantes".
Santa María del Mar, también en Cádiz, sufre desde hace 20 años el impacto de un emisario de aguas pluviales mal ejecutado y en permanente erosión. Es ahora cuando una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo determina que la Junta de Andalucía tendrá que ejecutar las obras de reparación.
La Barrosa, en Chiclana, por "el desparrame urbanístico" que arrastra este municipio. Hay previstos tres nuevos macrohoteles en el complejo de Novo Sancti Petri que contribuirán aún más a la saturación de una playa que ha sobrepasado su capacidad de carga.
El Palmar, término de Vejer, atestada de urbanizaciones ilegales, 2.500 viviendas irregulares o ilegales, con "un chiringuito playero, el beach club Valhalla, como paradigma de la ocupación del espacio playero, un proyecto indeseable de parque eólico marino y total ausencia de depuración de aguas de las viviendas ilegales".
Getares, en Algeciras, porque sufre una crónica pérdida de arena, siendo realimentada artificialmente, además de sufrir vertidos cuando los bombeos no funcionan. Recurrentemente se ve inundada por mareas de algas invasoras que impiden el baño y el disfrute de la arena.
Las playas de San Roque, Alcaidesa-El Faro y Cala Sardina, con valores ecológicos notables, están siendo invadidas por aparcamientos y chiringuitos, desnaturalizándolas sin remedio.