Dos agentes de la Policía Local de Cádiz merecen un reconocimiento a título póstumo tras fallecer en acto de servicio. Así lo ha considerado el Ayuntamiento de la capital, que llevará a pleno la concesión de la Cruz al Mérito Profesional con distintivo de oro el próximo 31 de agosto. Francisco Álvarez Domínguez y Juan Luis Ruiz García de Quirós dieron su vida en el cumplimiento del servicio y el consistorio quiere otorgarles estos reconocimientos que se realizan tras la publicación el pasado 8 de julio de 2022 del primer Reglamento de Condecoraciones y Distintivos del Cuerpo de la Policía Local del Ayuntamiento.
Francisco Álvarez Domínguez nació en 1918 en Higuera la Real, en Badajoz, ingresando en el Cuerpo de la Policía Local de Cádiz en 1947. Según comparte el Ayuntamiento, murió el 14 de agosto de 1966 en acto de servicio cuando, estando en la playa Victoria asegurando la zona con motivo de las carreras de motos que se celebraban por aquel entonces en este espacio, una menor salió de repente entre el público con el objeto de cruzar por la zona de carrera.
Al percatarse este agente de policía de esta situación, salió hacia ella evitando que fuera arrollada, aunque con el fatal desenlace hacia su persona y hacia el piloto, que fallecieron como consecuencia de la colisión. La menor sí se salvó.
Este caso se ha dado a conocer gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz con la Universidad de Cádiz, cuando la Jefatura solicitó la cooperación de dos alumnos de Historia para realizar un trabajo de investigación sobre este cuerpo en el Archivo Histórico Municipal. Como consecuencia de este trabajo, se averiguó que Francisco Álvarez Domínguez falleció de manera inmediata en acto de servicio. Aunque se tenía conocimiento verbal de manera interna, no existían documentos escritos.
El consistorio también cuenta la historia de Juan Luis Ruiz García, nacido en 1957 en Cádiz, ingresando en el Cuerpo de la Policía Local de Cádiz en mayo de 1981. En la madrugada del 17 de abril de 1983 fue requerido por la central, ya que un vehículo averiado se encontraba en el cruce denominado Entronque, en la zona de entrada a la ciudad por San Fernando y de salida hacia el puente José León de Carranza.
La climatología no acompañaba aquel día y se divisaba una niebla muy densa, situación que se agravaba por un apagón en el alumbrado público. Para evitar que otros conductores pudieran colisionar con el vehículo averiado, el agente se puso a regular el tráfico con objeto de asegurar la zona, pero, por desgracia, un vehículo que circulaba desde San Fernando no se percató de su presencia y lo atropelló.
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