La sede del Instituto de Fomento, a mitad de la Cuesta de las Calesas, en alto, por si acaso, acogió este lunes una jornada de preparación para los funcionarios municipales de Cádiz.
La documentación remitida a toda la plantilla especifica que el motivo de la charla de carácter preventivo es "la evidencia del riesgo de maremotos en nuestra costa atlántica".
"Aquello que ocurrió una vez", en referencia al catastrófico maremoto de Lisboa en 1755, "sin dudas, volverá a ocurrir", asegura la presentación del encuentro. Es más, adelanta incluso una fecha hipotética, 2055. "Las investigaciones geológicas, geofísicas y matemáticas vienen a determinar periodos de retorno de 300 años".
Para enfriar este dramático vaticinio científico, el documento de presentación también aclara que la posibilidad de que un tsunami se produzca en un año concreto es del 0,0033%, "lo que indica que muy baja. Sin embargo, si ocurre, la magnitud de esta catástrofe sería muy elevada".
La jornada técnica local sobre riesgo de maremotos ha contado con las ponencias de Gregorio Gómez Pina (doctor en Ingeniería de Caminos) y de José Manuel Calvo (coordinador de Protección Civil). Ambos abordaron los posibles escenarios y la planificación ante un hipotético maremoto.
El alcalde, Bruno García, indicaba en la presentación que el Ayuntamiento de Cádiz "lleva tiempo trabajando en este asunto y en estas jornadas técnicas, se traslada parte de este trabajo a las instituciones y diferentes entes implicados si se diera un hipotético maremoto, cuya probabilidad es baja".
El objetivo, asegura, es contar con un plan local propio en base al de la Junta de Andalucía. "Estas jornadas técnicas van a servir de información y también de soporte de cara al futuro".
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