En las profundidades de la Bahía de Cádiz se distinguen numerosos pecios hundidos, joyas ocultas que solo unos pocos pueden contemplar con sus trajes de buzo. Uno de esos barcos que reposan en el fondo saldrá a la superficie pronto porque obstaculiza la continuación de unas obras en la capital.
Se sabe de la existencia de este galeón español de madera de finales del siglo XVII desde febrero de 2011, cuando se detectó durante la primera fase de las obras de la nueva terminal de contenedores, a unos 16 metros. Según recoge Diario de Cádiz, el pecio, llamado Delta I, fue movido bajo el mar hasta una zona con mejor visibilidad para que no estorbase. Y de él, salieron 27 cañones, 5 anclas, 23 lingotes de plata, suelas de cuero y hasta restos óseos de animales.
Ahora, la historia se repite. Los trabajos de la segunda fase de la terminal de contenedores están a punto de empezar y, de nuevo, hay que mover el barco. Por esta razón, la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC) ha sacado a licitación el contrato para el traslado y la recuperación con el fin de sacarlo a la superficie para desmontarlo y llevarlo al Centro de Arqueología Subacuática (CAS).
El Delta I se moverá hasta el muelle 5 de Navantia y será colocado sobre sacos de arena, un trabajo para el que la APBC establece seis meses y un presupuesto de 639.885,67 euros (sin IVA).
Para llevar a cabo la ejecución, la Autoridad Portuaria pondrá a disposición de la empresa todos los medios necesarios que fueron ya utilizados en el anterior traslado.