El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha confirmado este viernes la puesta en marcha inmediata de una campaña de ahorro de agua ante la "grave" situación de sequía que vive toda la provincia, especialmente las cuencas y embalses comprendidos en su mitad Sur.
Agrupadas en una campaña titulada El agua se agota, aparecen varias medidas de aplicación inminente que comenzará con la reducción de la presión del agua en domicilios y recintos públicos que no ofrezcan servicios de primera necesidad.
Con este paso, el alcalde espera alcanzar "un 20% de reducción del consumo" en esos miles de usuarios. En lenguaje técnico, la presión bajará de los 4 kilos/segundo habituales a 3,7 durante el día y a los 3 en horario nocturno, de menor demanda.
Bruno García sólo descarta "por ahora" los cortes de suministro pero teme que lleguen si no aparecen las lluvias
Esta medida será una de las primeras medidas que aplique el Comité de Sequía que se ha formado ya en la empresa municipal Aguas de Cádiz. Ese nuevo estamento será el encargado de decidir cuándo y cómo "se cierran los grifos", admitió el regidor como medida futura si no llegan las lluvias aunque "por ahora no se contempla la interrupción del suministro".
Pozos y fuentes
El primer teniente de alcalde José Manuel Cossi añade que a estas medidas se suma una campaña para la completa revisión del a red, en busca de fugas. El objetivo, forzoso en la situación de carestía, es ser "extremadamente exhaustivos con esas pérdidas".
Otras iniciativas dentro de El agua se agota serán usar aguas de pozos no potables para baldeos, como los de Santa Rosalía y Varela, o el secado de las fuentes públicas de mera función ornamental.
El Ayuntamiento de Cádiz ya decretó el cierre de las duchas de playa en la segunda mitad del verano pasado, como medida inicial de ahorro que ahora se amplía con una nueva batería de iniciativas.