Los que quieren pretendían recordar a las víctimas de la explosión de 1947 en el callejero de Cádiz de forma permanente se rinden.
Descedientes de las víctimas, encabezados por el principal estudioso de aquel episodio, habían promovido el cambio de rotulación de la plaza de San Severiano para que recordase a los que perdieron la vida en la mayor tragedia registrada en Cádiz tras una brutal deflagración en cadena en unos almacenes militares.
Solicitaron esa modificación del nomenclátor de forma reglamentaria a la comisión municipal. Este organismo, la pasada semana, dio su visto bueno inicial.
Sin embargo, los impulsores de la propuesta dan marcha atrás. Las reacciones de "rechazo social" llevan al principal impulsor del cambio, el investigador José Antonio Aparicio Florido, a solicitar que todo quede como está, que se mantenga el nombre de San Severiano y se aparte la idea de la glorieta Víctimas de la Explosión de 1947.
Aparicio, en una carta dirigida al alcalde Bruno García de León, asegura que la respuesta de los vecinos le ha producido "sorpresa y desánimo" por lo que ruega que la propuesta de cambio sea desestimada ahora y en el futuro.
El autor del escrito afirma sentirse dolido por "las declaraciones expresadas por los residentes de la zona en algún medio de comunicación local, por el contenido de las mismas y las formas utilizadas".
"Por respeto a las víctimas de la explosión, ruego que deje sin efecto esta decisión" de cambiar el nombre de la plazuela de San Severiano, añade. Igualmente, solicita al regidor que tampoco tenga en cuenta ninguna alternativa posible en los próximos meses o años porque "sin duda conduciría a idéntico conflicto".
El investigador, considerado el mayor especialista en el desastre de 1947, termina su carta con un agradecimiento "al interés y las buenas intenciones" del alcalde de Cádiz.