Resonaba durante este mes de noviembre una investigación al carnavalero gaditano Manolín Santander por presunta estafa, hijo del recordado Manolo Santander. Este domingo, el periódico La Voz Digital ha realizado una entrevista al empresario que ha sido uno de los perjudicados por las supuestas prácticas de Santander, que está denunciado ante la Policía Nacional.
Francisco Díaz es un joven empresario de Torrecera, una ELA de Jerez. Es propietario de diversas marcas para servicios relacionados con telefonía e internet, como comercializador de líneas. Entre el personal comercial de Dicam Telecomunicaciones se encontraba Manolín Santander.
Según explica Díaz, Santander habría dado de alta como cliente a personas de su entorno, con el fin presuntamente de justificar cada día un número de ventas de líneas móviles. Habría usado la documentación de estas personas, sus DNI, para darlas de alta en el sistema.
Así, la comercializadora registraba el alta en alguna compañía telefónica contratada. El problema era que Santander, siempre según denuncia el empresario, habría puesto incluso su número de cuenta personal para dar de alta a estas personas, que no sabían que habían contratado líneas móviles. Y estos contratos eran cancelados cuando llegaba el primer cobro a la cuenta del carnavalero.
Además, al no producirse nunca el alta real de estos usuarios de móvil, la empresa comercializadora de Díaz era reclamada por las comisiones que le correspondían en la venta. Y no solo su devolución, sino también una cantidad fija de penalización contra la compañía de origen jerezano.
De esta forma, por cada línea que de primeras se daba de alta, se iban generando costes para la empresa. Al parecer, y según la denuncia, Díaz tardó meses en conocer las prácticas de Santander. El agujero generado sería de cientos de miles de euros, además de personas que se han visto perjudicadas al ser incluidos en la lista de morosos por haber impagado, sin que lo supieran, líneas de móvil que se dieron de alta sin su consentimiento, para luego ser dadas de baja.
A eso se suma que el modelo de negocio de Díaz, explica en la amplia entrevista, se ha visto perjudicado, porque no ha podido seguir trabajando de la misma forma con las empresas telefónicas. Asegura que debido a este caso ha reducido de forma drástica el número de empleados, rozando la ruina del empresario.
Díaz ha indicado que Santander habría reconocido los hechos en una llamada con los recursos humanos de la empresa, pidiendo que no denunciaran. Sin embargo, finalmente el empresario decidió hacerlo para evitar ser él el perjudicado. De hecho, explica: "Él no tiene maldad y nunca ha visto el peligro de las cosas. No ha visto esa peligrosidad hasta que le ha pasado esto y le ha reventado en toda la cara. Y lo siento muchísimo. Sabe Dios que lo siento".
Y todo, porque Santander no robó para sí mismo: "Ha hecho un fraude por flojo y encima de torpe. Igual lo pudo hacer de otra forma y sin jugársela tanto".