Es la primera mujer que preside la Junta de Personal del Ayuntamiento de Cádiz desde que se creó. Hay un trágico precedente, el de Rosario Carrero en los primeros años del siglo XXI, pero por entonces la representación de la plantilla municipal estaba dividida en varios órganos. Ahora es una sola.
Irina Sainz Olozábal (Cádiz, "hospital de Mora", 1982) es desde este mes de febrero la primera en dirigir esa suerte de comité de empresa que engloba a todos los que trabajan en el Ayuntamiento de Cádiz, "alrededor de unas 800 personas, hemos sido mil durante los últimos años, pero el número ha bajado".
Aunque fue Autonomía Obrera el sindicato que ganó las elecciones internas del pasado enero -esa formación tiene 7 de las 21 sillas en la Junta de Personal-, un acuerdo entre todas las formaciones representadas (también dos sindicatos de la Policía Local, CSIF, Comisiones Obreras) ha permitido que esta trabajadora social y representante de UGT vaya a ser la voz y el rostro de la Junta de Personal.
Feminista convencida admite que su elección puede servir "para que se nos vea más a las mujeres, pero hay camino por recorrer. En la Junta de Personal que acabamos de constituir somos 8 mujeres y 13 hombres. Se va avanzando hacia la igualdad, pero cuando miras los cargos más altos en cada concejalía, en cada área, los directivos y los habilitados... Ese mundo sigue siendo totalmente masculino".
La nueva presidenta considera "complicado" crear nuevas imágenes en la sociedad para alcanzar más avances y "por eso hace falta presencia femenina. Falta mucho en igualdad todavía. Te das cuenta cuando te metes. Aún ves, escuchas, a mucha gente que habla un lenguaje distinto, que no percibe las situaciones de discriminación que existen, no las ve".
Entre los retos que afronta están los mismos que tuvieron sus predecesores, como "ese montón de plazas vacantes, puestos vacíos que no se cubren" en la plantilla municipal. La nueva presidenta recuerda que esta circunstancia ha llegado a provocar ya el cierre de algunos centros deportivos y bibliotecas, en breves momentos, en jornadas sueltas, pero puede ir a más.
"Todo nuestro trabajo repercute en los ciudadanos, nuestro trabajo es público y la gente ha empezado a notar que faltan manos, que faltan trabajadores. Ven que hay más cola cuando van a pagar a una ventanilla, o está cerrada. Todo repercute en los vecinos".
La situación puede ir a más en los próximos meses, años, por una evolución demográfica que afecta a otras administraciones, a sectores productivos enteros en las empresas privadas: el envejecimiento de la población.
"En pocos años se van a ver jubilaciones masivas de personas que superen los 60 años, son los nacidos en el baby boom. Forman un grupo de la población muy grande y el de los jóvenes que pueden incorporarse es muy pequeño".
La última actualización, añade Irina Sainz, de la edad media de toda la plantilla fija la cifra en 53,4 años. Parece muy elevada porque para llegar a esos dígitos hace falta que un tercio de los trabajadores ronden ya los 60, la primera frontera de jubilación.
El envejecimiento de la plantilla, como en tantas empresas e instituciones, es un problema añadido: la edad media ya es de 53,4 años
Ese futuro inmediato puede agravar "una situación muy complicada porque hay áreas, categorías en las que faltan a lo mejor 15, 16 personas. Estamos bajo mínimos y falta mucha agilidad en los mecanismos de nombramiento, en los trámites de sustitución de bajas". Si a esa situación se suman "los retrasos en las bolsas de trabajo, pues se llega a una situación que se acerca al caos".
Para atajar el "problema grave con las vacantes" por cubrir, Sainz considera que es "esencial" aplicar de forma completa el acuerdo regulador de la plantilla (la versión de un convenio colectivo) aprobado "in extremis" por el equipo de gobierno anterior tras "¡13 años de prórrogas!", del que estaba vigente.
Una de sus primeras quejas es que "en ocho meses con el nuevo equipo de gobierno no hemos tenido ninguna reunión de la comisión paritaria de seguimiento para interpretar el acuerdo cuando la estamos pidiendo todas las centrales sindicales".
"Espero que este nuevo equipo de gobierno no haga lo mismo, que no espere al último segundo del mandato porque el nuevo acuerdo regulador nuevo caduca en 2025. En este nuevo acuerdo se consiguieron cosas y otras se dejaron pendientes de corregir".
En ese apartado, no hay ninguna división política ni sindical: "Todos los sindicatos, todos los representantes, vamos a defender lo mismo porque ese acuerdo regulador es nuestro evangelio. Ahí vamos todos. Vamos a estar todos juntos".
Entre las primeras soluciones que llegaron y las que deben llegar están, afirma la presidenta, "las discriminaciones salariales entre colectivos, los agravios. Por citar un ejemplo, había casos de subalternos y auxiliares de servicios que tenían una diferencia de 400 o 500 euros mensuales cuando hacen exactamente lo mismo".
"Somos demasiados interinos, uno de cada cuatro, 200 de los 800 trabajadores, sobre todo en los grupos más amplios: administrativos, auxiliares y subalternos"
La estabilización de muchas plazas es otro reto: "Yo era interina hasta ayer [se refiere al jueves 15 de febrero] cuando llevo más de 20 años trabajando. He tomado posesión antes como presidenta de la Junta de Personal que como funcionaria. Hay que culminar los procesos de estabilización. Somos demasiados interinos, sobre todo en los grupos más amplios: los administrativos, los auxiliares y los subalternos".
Por aportar cifras redondas, fáciles de memorizar, Irina Sainz añade que de los 800 trabajadores municipales, una cuarta parte, "alrededor de 200 son interinos". La estabilización de 190 plazas es uno de los objetivos fundamentales, ya planteado, en marcha.
"Los acuerdos no se materializan, algo tan básico como el telebrabajo todavía no se está cumpliendo"
Los avances en el Plan de Igualdad entre hombres y mujeres de la plantilla son un objetivo fundamental para una sindicalista y feminista al frente de la Junta de Personal: "Hemos conseguido firmar algunas cosas, pero no se están poniendo en práctica. Aún no hay una adaptación horaria, no hay bolsas de horas, falta mucho en conciliación".
Echa de menos el paso de las buenas palabras a los hechos: "Hemos conseguido acordar algunos avances a nivel económico, sanitario, de promoción laboral, pero no vemos que se materialicen. Algo tan básico como el teletrabajo todavía no se está cumpliendo cuando sabemos que hay un montón de trabajadores que lo han solicitado y no tienen respuesta".
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