Cuatro esculturas de la afamada escultora Luisa Roldán, La Roldana, han desaparecido del depósito de la Catedral de Cádiz, según denuncia José Miguel Sánchez Peña, restaurador emérito del Museo de Cádiz, quien asegura que las piezas datan de 1686 y que se han “tirado a la basura”, algo que ya investiga la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía. Dos de los ocho ángeles que la escultora sevillana realizó por encargo catedralicio a finales del siglo XVII fueron restaurados en 2007 por el propio Sánchez Peña y por Jesús Porres para una exposición del ciclo Andalucía Barroca, que ahora se encuentran en la portada de la capilla de la Catedral gaditana. Otros dos se encuentran en la parroquia de San Paulino de Barbate —“donde se hallan expuestos, repintados y alterados”, explica el restaurador— y los cuatro restantes son los que denuncia que han desaparecido.
“En fechas recientes se ha hecho limpieza de las distintas dependencias de la cripta de la Catedral, y todo ha ido a la basura por ser material inservible, según las informaciones que tengo”, explica Sánchez Peña en un comunicado publicado por Portal de Cádiz. En el escrito, el restaurador asegura que “el catálogo de obras de Luisa Roldán se ha ido depurando y ampliando en fechas recientes”, y agrega que “las ocho piezas, de un gran valor artístico, estuvieron en la cripta de la Catedral durante muchos años, almacenadas y en desuso, junto a otras tallas también valiosas del Monumento, obras de Domingo Giscardi, Vicente Ruiseco, Pedro Laboria y García de Santiago”.
Las tallas se encontraban pintadas de blanco, “para adaptarse a los gustos de la estética neoclásica del nuevo monumento que proyectó Torcuato Cayón”, explica el restaurador, que desde 1984 viene inventariando estas obras. “El estado de conservación de los ángeles era muy precario, pero apto para consolidar y restaurar —sin completar— de forma respetuosa lo existente y exponerlo como valiosas piezas de Museo”, señala. Sánchez Peña piensa que han podido pasar dos cosas: se ha pensado que no tenían valor las piezas y las hemos perdido para siempre”, o por el contrario, “alguien las tiene y cualquier día pueden salir a la venta, cuando menos lo esperemos”.
El restaurador emérito del Museo de Cádiz denuncia este “grave” asunto y censura la “desprotección que existe del patrimonio, y más tratándose de obras que están (o debieran estar) protegidas, pues están dentro de un BIC (Bien de Interés Cultural)”. El Obispado asegura, en declaraciones a Diario de Cádiz, que los fondos que estaban en depósito en la Catedral se mudaron al Museo de la Contaduría y que ya está investigando la denuncia de Sánchez Peña.
“Se están dando los pasos necesarios para aclarar el objeto de la denuncia en un doble sentido: búsqueda de posibles antecedentes en los archivos administrativos de la Delegación, verificación de si dichas obras se encuentran asociadas al inmueble declarado Bien de Interés Cultural y comunicación con el Obispado de Cádiz que nos permitan determinar y aclarar las circunstancias expuestas", señala la delegación territorial de Cultura en el citado diario.
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