El actual obispo de Canarias, José Mazuelos, que fue obispo de Jerez durante 11 años, es uno de los nombres que suenan con fuerza para ocupar el sillón episcopal de la Diócesis de Cádiz-Ceuta en sustitución de Rafael Zornoza, que ha alcanzado los 75 años, edad en la que se eleva la renuncia al Vaticano.
Ahora se entra en un tiempo de espera hasta que Roma decida quién será el que ocupe la prelatura gaditana, una decisión que se toma en la Santa Sede y que puede demorarse año y medio, como viene siendo habitual en este tipo de situaciones.
Actualmente en España hay diez prelados que han alcanzado la ‘jubilación’ y están a la espera de ser relevados. Los nombramientos llegan directamente del Vaticano, previas consultas a la cúspide de la Iglesia española. En el caso de haber una decisión, el interesado deberá guardar el máximo secreto hasta que se haga público oficialmente.
Lo habitual es que en este periodo de tiempo se especule con nombres de candidatos. Intentar averiguar certezas se convierte en una misión imposible ante el ‘secreto Vaticano’ que rodea a estos nombramientos. Solo el prelado titular recibirá una comunicación directa de Roma con el nombre del elegido.
Y la rumorología ya apunta candidatos, entre ellos, a uno muy conocido en estas tierras como es José Mazuelos Pérez que fue obispo de Asidonia-Jerez, donde fue elevado a la dignidad episcopal antes de tomar posesión del obispado jerezano.
Fuentes consultadas cercanas a la Iglesia reconocen que el asunto se “está comentando mucho”, incluso apuntan a que sería el propio prelado canario el que se estaría postulando porque “está deseando venirse”, aunque estas mismas fuentes ven difícil que pueda recalar en Cádiz.
Tras un periodo de once años, Mazuelos fue enviado como obispo de Canarias en una decisión que encerraba bastantes lecturas. Más llamó la atención que el cambio se produjera con cierta celeridad, contra lo acostumbrado en estos casos.
Sin embargo, la tarea se le acumula a la Iglesia en España que tiene un panorama complicado con una lista de diez obispos que han renunciado por llegar a la edad, como establece el Derecho Canónico, pero siguen ejerciendo. Entre ellos destaca el cardenal Omella de Barcelona.