"Cádiz tiene duende. Es la única ciudad occidental donde el capitalismo no es la ley. Ser rico es incluso una desventaja. Se vive según unas reglas diferentes". La frase es de Michael Robinson (1958-2020), recogida en una entrevista concedida a Jot Down. El exfutbolista y comentarista deportivo, conductor de programas míticos como Informe Robinson y analista en El día después, ha fallecido este 28 de abril tras luchar durante dos años con un cáncer.
"Nos deja un gran vacío, pero también innumerables recuerdos, llenos del mismo amor que le habéis demostrado", se lee en sus redes sociales. La cuenta de Twitter de Robinson ha dado la triste noticia del fallecimiento de un británico de nacimiento y gaditano de corazón. "Me gusta la ciudad, me gusta el equipo de fútbol, me gusta cómo afrontan la vida los gaditanos… me fascina. Pero el problema es que a veces me tratan con demasiado cariño y entonces me siento incómodo", decía en la misma entrevista.
Robinson nació en Leicester y, tras ser campeón de Europa con el Liverpool, recaló con 29 años en La Liga, concretamente en el Osasuna, donde se terminó retirando prematuramente, apenas dos años después de su llegada. Una vez en España se enamoró del Cádiz CF, que era colista cuando aterrizó en Pamplona. "No entiendo que en Pamplona algunos me tengan manía por ser del Cádiz. En El Sadar le impidieron a mi hijo con siete años saltar al césped con la camiseta del Osasuna".
"Alguien ha dicho que soy británico pero no es así, soy gaditano y ya es sabido, pero las malas lenguas siempre dicen eso. No puedo venir al plató porque estoy muy liado en casa en Cádiz, porque tenemos una fiesta, Carnavales", dijo en una ocasión tras la retransmisión de un partido. "Mis raíces llegan hasta Cork, en Irlanda. Soy moreno y sólo el 2% de los irlandeses son morenos, descendientes de los náufragos de la Armada Invencible. Y ellos eran de Finisterre o de Cádiz. Y de gallego yo no tengo mucho", explicaba.
Michael Robinson llegó a ser consejero del Cádiz CF durante varias temporadas, gracias al ofrecimiento del entonces presidente cadista Antonio Muñoz, coincidiendo su etapa con el ascenso ante Las Palmas. El británico, además, da nombre a la escuela de fútbol base de Cádiz y fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad tras conocerse que padecía cáncer.
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