'Paquito' pide la independencia del Mentidero por Tosantos

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La fiesta del mercado se celebra en Cádiz manteniendo la tradición de generaciones con puestos engalanados con mucho ingenio.

Arreglando los puestos lleva toda una vida una pescadera que en el Mercado Central de Cádiz se afana por acabar la representación teatral que se celebra todos los años a final de octubre. “Todos los años menos el que murió Franco que no nos dejaron engalanar los puestos”, comenta Lola Porquicho, que es la cuarta generación de minoristas de su propia familia que lleva celebrando la fiestas de los Tosantos. Un evento que cada año se celebra en la capital con motivo del Día de Todos los Santos y que se realiza como una manera de divertirse más allá de los problemas del día a día. Y cual si fuera Carnaval, se adoptan esos mismos problemas y se cuentan historias irreverentes basados en la actualidad. El autonombrado presidente de la república catalana, Puigdemont, no se va a quedar fuera de la parodia y está representado junto a un popular gaditano, Paquito del Mentidero, que reclama la irónica independencia del barrio gaditano.

Porquicho, junto a su familia, toma las riendas de los engalanamientos de los puestos, sobre todo de pescados, aunque con cierta melancolía se lamenta de lo que era aquellos Tosantos de hace años y en lo que se ha convertido. “He conocido un Mercado rebosante, donde se vestían a los pavos y las gallinas, pero que sin hacer daño a ninguno de ellos, con mucho cariño”, comenta la minoristas mientras se acuerda de esas tardes vividas compartiendo momentos. Dice que el concurso que pone en marcha el Ayuntamiento es lo de menos, puesto que lo que le mueve es “mantener la tradición, porque esto o se lleva en la sangre o no se lleva”.

Un circo con su orquesta, su leones en forma de gambas o sus cabezas de caballas dominadores; una procesión marítima con pescados, aunque respetando la figura mariana; una balaustrada de gente esperando los barcos o la escenificación de la independencia catalana, forman parte de las parodias pescaderas que se ofrecen en el Mercado Central. Algo más modesto, pero con cierta elaboración, se presenta el puesto de María Luisa Ponce, que es la segunda vez que participa en Tosantos y que lleva varios meses preparándolo. “Voy a hace un boutique con conchas, burgaíllos y la ropa hecha con pieles de pescado”, algo que que reconoce que le ha resultado complicado de hacer, pero se congratula de tenerlo preparado de cara a la fiesta, “aportando mi granito de arena”.

A nivel económico no es gran cosa, puesto que la inversión, según la gente que participa en el concurso no es tanta, como lo que significa el esfuerzo en sí. Desde el domingo están trabajando en engalanar los puestos y en la misma noche debe quedar todo recogida, “porque mañana por la mañana hay que trabajar otra vez”, ya que los lunes son días de poco faena por la falta de género. El origen de esta fiesta se explica en la actividad más frenética de lo habitual que vivía el mercado de Cádiz o plaza en el lenguaje coloquial local en la víspera de un día festivo. El hecho de que el mercado cerrase sus puertas al día siguiente hacía que fuesen muchos los gaditanos que acudían ese día para pertrecharse de todos los alimentos necesarios para esa jornada y la siguiente.

Fue hace 141 años cuando el Ayuntamiento de Cádiz decidió poner en marcha una iniciativa para atraer a más gaditanos hacia el mercado. En 1876 la comisión municipal del Mercado Público adornó los puestos, el mercado y su entorno, y llevó a una orquesta para celebrar un baile en la vecina plaza Guerra Jiménez. La iniciativa tuvo gran éxito y muchos gaditanos y visitantes acudieron aquel día al mercado comprando toda la mercancía a la venta. Ya en el año 1977 con el nacimiento de Asodemer se instauró el concurso para premiar a los tenderos más originales y creativos. Desde entonces en estos 40 años han sido muchos los famosos y celebridades que se han "hecho carne" en el Mercado de Cádiz.

A pesar de la cultura de Halloween que está ocupando el calendario cada vez con más ímpetu, Lola Porquicho es una de esas gaditanas que, como Lola la Piconera, defiende las tradiciones de sus Cádiz, sin cerrarse a las demás culturas, “pero sin perder nunca lo nuestro”. 

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