En la noche de este viernes, llega al teatro Falla la chirigota de Antonio Álvarez El Bizcocho, chirigotero sevillano que lleva años dejando agrupaciones de primerísimo nivel, y que en los dos últimos años ha presentado Los Miarma y La última y nos vamos, favoritas para una parte del público. De esta última, además, ha quedado un final de popurrí que seguramente acabará siendo de lo más recordado de todo el COAC del pasado 2024.
El juego con el nombre de las agrupaciones es habitual en muchas chirigotas. Por ejemplo, con Los Miarma, jugando con esa idea de chirigota sevillana, en realidad iban de almas, de fantasmas. Y La última y nos vamos era, con mucho humor negro, la banda del Titanic.
Este año, el juego va con Los hermanos del Buen Fin. De hecho, la web, las referencias en redes sociales, todas apuntan a nazarenos como idea central. Aunque puede ser una sorpresa, un doble sentido, lo cierto es que la referencia apunta a algo que ha vivido la Hermandad del Buen Fin este pasado 2024 en la Semana Santa de Sevilla.
Esa polémica, por llamarla de alguna forma, no llega a muchos aficionados de Cádiz, especialmente a los que no son muy cofrades. Y este año, el Buen Fin ha sido una de las cofradías que salió desafiando a la climatología.
Fue una talla del siglo XVII la que acabó mojándose, calada de agua, empapada, tras los chaparrones que intermitentemente caían el pasado Miércoles Santo en Sevilla.
Posteriormente, el hermano mayor señaló que "no tenemos que lamentar ningún deterioro" en las tallas. "Nos sorprendió la lluvia en el entorno de San Lorenzo-Gavidia en primer lugar y, posteriormente, ya en Carrera Oficial, optando por el refugio y la suspensión en la propia Catedral", dijo, si bien otras hermanadades del Miércoles Santo decidieron no salir.
Si finalmente la chirigota va de hermandad, habrá polémica. Por ahora, expectación. Se espera que la chirigota del Bizcocho cante sobre las 22.30 de la noche, y podrá seguirse, como todo el concurso, por Onda Cádiz y su canal de Youtube.
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