En Cádiz, a finales de octubre, conviven la tradición y la modernidad. Hay sitio para todo en una ciudad en la que cada uno vive el final de octubre optando por una de las dos opciones. O por las dos. Aquí es posible que Tosantos y Halloween sean complementarios.
En los mercados gaditanos se conserva la tradición de exornar los puestos por la festividad de Tosantos, representando escenas de Semana Santa, de otros negocios de la ciudad o de personajes conocidos de Cádiz. El Mercado central se llena estas jornadas de visitantes que quieren contemplar los exornos, en los que domina el sentido del humor y la guasa.
Tosantos y Halloween en Cádiz, en imágenes
Para los que optan por celebrar Halloween, el Ayuntamiento había organizado diferentes actividades para el público infantil y juvenil, con el espectáculo titulado El convento del mal como plato fuerte para "pasar un rato de auténtico terror".
Los bajos del Museo del Títere se han convertido en una siniestra abadía perteneciente a una congregación de monjes malditos cuyas almas, antes puras, permanecen allí atrapadas. Y todo porque el Padre Prior había logrado la traducción completa de unos textos malditos del sumerio, inundando el convento de apariciones espectrales, muertos vivientes, exorcismos, espíritus malignos y un sinfín de atrocidades.
Una combinación, Tosantos y Halloween, que se vive en Cádiz desde hace unos años cada final de octubre, y que demuestra que tradición y modernidad pueden convivir.
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