El estandarte de Jerez, con 677 años y que pasó a ser custodiado por el Ayuntamiento un 9 de octubre de 1991, desapareció oficialmente en 2010, cuando el gobierno de Pilar Sánchez denunció la pérdida de esta pieza de incalculable valor.
Verano de 2010. La periodista Arantxa Cala pone negro sobre blanco, con letras de molde en primera plana de Diario de Jerez, algo en lo que de no haber sido de ese modo probablemente nadie habría reparado. Ayudada por el técnico municipal, historiador y Premio Ciudad de Jerez 2015 a la Difusión, Manolo Romero Bejarano, destapó la desaparición del Pendón original de la ciudad, una insignia del siglo XIV. Siete años han pasado. Siete años echando de menos a la reliquia. En aquel momento, el gobierno de Pilar Sánchez, ante el clamor popular por la significativa ausencia, pareció que movía cielo y tierra, y a punto estuvo (o eso pareció en los medios) de llamar al FBI para que comandara la investigación. Finalmente se conformó con un puñado de operarios municipales rastreando por las cloacas del Ayuntamiento sin más suerte que la de rebuscar entre un puñado de objetos polvorientos. Organizaciones de la ciudad de defensa del patrimonio anunciaron que llevarían al Ayuntamiento a los tribunales por la negligente pérdida. Un "esto se perdió en la época de Pacheco", una denuncia en comisaría, y aquí paz y después gloria. Caso resuelto.
Siete años después, esta joya del patrimonio jerezano sigue en paradero desconocido. "La tirarían a la basura con los sucesivos cambios de gobierno", decían los estudiosos. "La insignia o estandarte de la ciudad, más conocido como el Pendón, ha sido conservado celosamente a lo largo de los siglos como un tesoro. Goza además de los honores de Capitán General con mando en Plaza y fue ganado a los benimerines en la batalla del Salado en 1340", escribía la periodista en las páginas del periódico local.
Efectivamente, el Rabo de gallo original era agasajado cada día de San Dionisio, Patrón de la ciudad, desfilando hasta 1991, cuando el Ayuntamiento lo relevó debido a su mal estado de conservación. En 2040 habría cumplido 700 años. El Pendón estuvo custodiado durante siglos en la Catedral y fue entregado en bandeja de plata a Pedro Pacheco, el alcalde de entonces, por el deán de la Colegial, José Luis Repetto Betes, un 9 de octubre de 1991. El protocolario acto tuvo antes el visto bueno del Ministerio de Defensa, que era el responsable de conferir la pieza. Como aludía la reportera, no deja de ser curioso que el Pendón soportara el paso de las batallas de hace siglos y no haya sido capaz de sobrevivir al cuidado y preservación de nuestros políticos.
Como puede imaginarse el debate estuvo servido durante los meses de verano en la ciudad, hasta que en septiembre el Ayuntamiento decidió interponer una denuncia en comisaría para alertar de la valiosa pérdida. Al ladrón del Códice Calixtino, con apenas un siglo y medio de antigüedad por encima del Pendón de Jerez, le cayeron 10 años de prisión. Nunca más se supo de las pesquisas, si las hubo, para dar con el lienzo de incalculable valor. "Creo que con esta denuncia hacemos lo que debemos, no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Hemos buscado en todos los sitios donde había que buscar", aseguraba en otoño de 2010 el delegado de Urbanismo socialista, Juan Pedro Crisol. ¿En un garaje, custodiado bajo llave, en un salón de una finca, peor aún, en la basura triturado junto a restos de plásticos y restos? Ahora que Paco Lobatón, también Premio Ciudad de Jerez a la Comunicación, vuelve a la televisión, bien que haría en hacer un especial de su programa para dar con el Pendón.
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