Belén Bautista, la única jinete profesional que tenía la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Jerez, deja la institución. La ganadora del Caballo de Oro 2022 —la octava mujer en conseguir este galardón en más de 50 ediciones—, escribe una carta en la que explica los motivos de su marcha.
"Tras 25 años formando parte de la familia de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, he tomado la difícil decisión de decir adiós", comienza su escrito Bautista, que se marcha "con una mezcla de tristeza y gratitud".
"Durante estas dos décadas, he tenido el honor y el privilegio de crecer, aprender y desarrollar mi carrera en este lugar tan especial. La Escuela ha sido mi hogar, un refugio donde he compartido mi pasión por la equitación con compañeros y amigos que siempre llevaré en el corazón. Cada espectáculo, cada entrenamiento y cada momento vivido en la pista ha dejado una huella imborrable en mi alma", describe la jinete.
La sanluqueña era la primera y única jinete profesional en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, donde ha estado más de dos décadas dedicada a la monta, doma, espectáculo, la formación de nuevos jinetes y como profesora.
La propia institución, que la propuso al Caballo de Oro, destacó que "con su ejemplo ha abierto el camino a muchas mujeres a luchar por labrarse un futuro profesional en torno al mundo del caballo, convirtiéndose en un referente nacional e internacional con su trabajo y constancia".
Belén Bautista ha participado, durante este tiempo, en numerosos espectáculos de relevancia internacional y en concursos nacionales e internacionales de doma clásica con caballos de pura raza española.
En su carta de despedida, Bautista destaca: "He sentido que mi dedicación y esfuerzo no siempre han sido reconocidos como esperaba, tanto en mi faceta profesional como en mi desarrollo personal. Esto me ha llevado a tomar la difícil decisión de emprender un nuevo rumbo, buscando nuevas oportunidades donde se valore plenamente mi contribución y talento".
"Me voy con la cabeza en alto, sabiendo que di lo mejor de mí en cada momento y con la esperanza de que mi partida sirva para abrir un diálogo sobre la importancia de valorar a cada miembro por su dedicación y habilidad, fomentando un ambiente de apoyo y respeto mutuo", señala la jinete.
"Me despido con el deseo de que la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre continúe siendo un referente mundial, y que en el futuro, todos los jinetes y amazonas encuentren en ella un lugar de reconocimiento y oportunidades justas", remata su carta.
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