La icónica imagen de la Cepa de Oro se ha perdido para siempre. Sus rótulos hace tiempo que estaban en mal estado, deteriorándose progresivamente desde el cierre tras la muerte de Felipe Benicio, hijo de José Benicio e Isabel Román, que abrieron el negocio en 1942 y que se lo cedieron a su hijo 50 años más tarde.
El emblemático negocio hostelero vivió años de esplendor, siendo uno de los grandes restaurantes del centro de Jerez durante el siglo pasado.
En uno de los balcones de Porvera 35 durante un tiempo estuvo la pancarta de la Peña Xerecista Bernd Schuster. La familia, gran aficionada al Xerez CD, participaba activamente en la vida pública de la ciudad hasta los últimos años de actividad.
Ahora los rótulos del negocio hostelero se cambiarán por el negocio de moda: apartamentos turísticos. Así lo ha adelantado Viva Jerez y Andalucía Información. El edificio va a ser rehabilitado para albergar dos viviendas y tres apartamentos turísticos, pendiente de obtener la calificación ambiental.
Una restauración que no será rápida
Esta finca del siglo XIX, típica casa burguesa jerezana, está abandonada desde hace más de diez años. Urbanismo obliga a mantener el edificio, que tiene tres alturas, con una catalogación específica que el nuevo propietario deberá respetar.
Este medio adelantó hace unos meses que el inmueble estaba en obras tras ser adquirido por el mismo dueño del inmueble aledaño, aunque solo separado por el estrecho pasillo público llamado callejón de los negros de esta zona del centro de la ciudad.
Fuentes consultadas por lavozdelsur.es aseguran que la restauración no será rápida ya que las edificaciones lindan con tramos de antigua muralla almohade, por lo que todos los trabajos requieren previamente de estudios arqueológicos. Lo que sí es seguro, advierten las mismas fuentes, es que el comprador es el mismo que el de una finca aledaña que ya adquirió un alto directivo del Banco Santander.
"Después de una operación muy compleja entre herederos, finalmente ha comprado la finca de la Cepa de Oro el mismo propietario de la antigua casa de los Ruiz-Mateos, que tiene mucha fachada, pero poco fondo, y aunque no se sabe a qué se va a dedicar la nueva propiedad, quizás sirviera incluso para ampliación de la otra casa", explican las fuentes consultadas por este periódico.