Enrico Baratozzi y Caterina Stoppa son los dueños de Pizzería Da Enrico, una de las pocas pizzerías que hay en el centro de Jerez. Una excelente opción de comida italiana que suponía una opción distinta entre una oferta mayormente de comida local. No solo eso, la pizzería ha estado durante sus nueve años en la calle Francos, una de las arterias que ha perdido más comercios en las últimas décadas, ya que muchos recuerdan aún sus tiempos bulliciosos.
"Nosotros esta pizzería la abrimos hace 9 años, ha sido nuestro primer restaurante. Estamos muy contentos por la experiencia, hemos conseguido mucha reputación y clientela fiel que nos han seguido en todas las ocasiones, incluso con la pandemia. De este local solo podemos decir cosas buenas. También de la plantilla, ya que hemos contado con casi el mismo equipo desde el principio, somos como una familia", cuenta Caterina.
"Hemos conseguido premios y renombre en España y también fuera. Nos vamos porque llevamos 30 años en hostelería y esto quema mucho. Da muchas satisfacciones pero es muy duro. Enrico es autónomo y tiene que estar ahí siempre, da igual lo que pase, esto cansa mucho. Los dos años de pandemia han cansado aún más", prosigue la gerente italiana.
Respecto a las medidas de la pandemia, defienden su impoluta gestión de las medidas sanitarias, aunque también el cansancio que les supone atender a clientes que no entienden las normas impuestas por el Gobierno. "Nosotros hemos sido los primeros que hemos tomado medidas, con separación de mesas, límite de aforo, desinfección de mesas y sillas, manparas y, ahora también, solicitud del pasaporte covid. Algunos clientes se han enfadado con nosotros por pedir el pasaporte, no lo entienden y te echan la culpa, alguno incluso te pone una hoja de reclamaciones", explican desde la pizzería.
"Hemos comprado un local pequeño frente a la UCA. Lo hemos comprado para no tener gastos de alquiler y también poder llevarlo entre nosotros. Va a ser algo más chiquitito e íntimo. Esto conlleva tener más tiempo libre y menos cansancio mental y físico", relatan.
Sobre su experiencia desde el centro: "Es un sitio muy bonito que tiene su nombre, un local que nos ha dado muchas satisfacciones".