En diferentes ocasiones nos hemos ocupado en estas páginas de entornoajerez del patrimonio cultural disperso en la campiña que se encuentra en mal estado o “amenazado” por su deterioro y/o abandono. Hace algo más de dos años provocó un gran revuelo en los medios de comunicación locales y nacionales el desplome de uno de los ángulos de los muros de la Torre de Melgarejo y la posterior colocación de las chapas de galvanizado que provocó también una alarma social y “cultural” por el claro referente identitario que tiene esta fortaleza para los habitantes de la barriada rural de Torremelgarejo.
Hoy queremos también encender todas las alarmas ante el reciente desplome de una parte de los muros de la Huerta de la Cartuja. Muros cargados de historia que ya presentaban un lamentable estado fruto del abandono que han venido sufriendo desde hace décadas. Si el río con sus crecidas ha venido socavando algunos de sus tramos, la falta de cuidados y de las necesarias reparaciones, han dejado en manos del paso del tiempo que esta singular obra se vaya arruinando poco a poco.
Sin embargo no podemos permitir que se pierda y que su ruina vaya a más, reclamando que las grandes inversiones que se han venido acometiendo por parte del Estado en La Cartuja, contemplen también algunos fondos para este emblemático muro e impidan que su desplome continúe.
En estos meses en los que se ha venido hablando del proyecto de Sendero Fluvial por el Guadalete, conviene recordar que uno de sus tramos pasaba justamente junto a este muro de la Huerta del Monasterio, un elemento patrimonial valioso que añadía a este tramo del sendero un importante aliciente.
Por esta y otras razones, su conservación y consolidación se hace ya urgentemente necesaria. Antes de que se acabe perdiendo definitivamente.